En el país de las decisiones temerarias

Por Carlos Cuervo |
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Carlos Armando Cuervo Jiménez

Emprendedor y empresario con formación en Ingeniería Industrial


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Iván Duque, Claudia López, María Fernanda Cabal, Gustavo Petro, Iván Ospina, Enrique Peñalosa, Álvaro Uribe representan una parte del grupo de líderes que continuamente por sus frases y opiniones controvertibles además de comentarios retóricos que no soportan un análisis profundo, reciben la mayor atención mediática.

Todos poseen personalidades ególatras, sin rasgos de empatía por los demás, salvo que sean necesarios para alcanzar sus intereses.

Lo deplorable es que todos ellos con sus personalidades narcisista son poco dados a soportar la crítica y mucho menos a comprender que se equivocan y que todas sus decisiones están expuestas al escrutinio y valoración publica y por ello deberían aceptar en buena forma los debates en torno a sus propuestas y acciones que afectan a todos los colombianos.

Propuestas como monetizar a los ciudadanos con la impresión extrema de dinero, recuperar la infraestructura destruida por el Huracán en Providencia en 100 días, armar a los ciudadanos del común, darle mayor poder a las fuerzas de policía para tratar con los manifestantes sin prever evitar excesos, crear nuevas leyes para controlar la protesta social cuando todo está ya contenido en nuestro extenso código penal, propiciar y sostener la construcción de un metro elevado antiestético y desestimado en todo el mundo, lanzar puyas extremistas en contra de sus contendores políticos y culparse mutuamente de sus malas acciones y decisiones sin asumir responsabilidad alguna son algunas de sus intervenciones desacertadas.

Pero hay algunas que ya rayan en la anormalidad mental de sus creadores.

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Duque en una salida por demás extravagante aseguró que en Colombia no vivíamos por estos días un estallido social, sino un estallido de emprendimiento.

Duque en una salida por demás extravagante aseguró que en Colombia no vivíamos por estos días un estallido social, sino un estallido de emprendimiento.

¿Será que todos nosotros vivimos en una realidad distinta a la del presidente?

Pero que opinarán todos aquellos que sufrieron inmensas afectaciones económicas por las protestas o todos aquellos que perdieron sus ojos por manifestarse.

Claudia López, quien olvida que ocupa el segundo cargo con mayor importante de Colombia, se lanza en ristre como si viviera en campaña en contra de la Colombia Humana de Petro y los señala de provocar el caos en Bogotá a través del manejo de los manifestantes de la primera línea. Si tiene razón adjunte pruebas y denuncie como le compete por su cargo y autoridad, y sino no debería crear nuevas fuentes de violencia con expresiones irresponsables de este tenor, en un país en donde declaraciones de este nivel y sin sustento traen nueva violencia.

Ospina en Cali ha dado las peores muestras de lo que debe ser la coherencia entre administrar un ente territorial y sus creencias e ideología. Su manifiesta pusilanimidad para tomar decisiones legales para controlar el desmadre en la ciudad nos ha llevado a tener una ciudad destruida en mucha de su infraestructura, deslegitimó la institucionalidad y demostró que para negociar no se debe ceder en todo sin obtener unos mínimos de parte de los manifestantes. Finalmente reconsideró y tuvo que asumir decisiones duras pero necesarias.

María Fernanda Cabal la senadora con ínfulas de señora feudal, con su retórica de clases y de excesivas provocaciones usando anacronismos políticos e ideológicos es de los congresistas que más enciende los odios en Colombia, ella parece disfrutar con sus frases destempladas cargadas de descontextualización y de históricos contrasentidos, entonces asi con desparpajo nos habla de la URSS, desaparecida desde 1989, confundiéndola con la actual federacion rusa o del comunismo corriente ideológica en desuso en casi todo el mundo, además de toda otra suerte de desaciertos históricos y culturales que hasta un adolescente estudioso conoce, ahora dice querer ser la presidenta de este país…

Gustavo Petro al igual que la señora Cabal pero desde el otro extremo disfruta del lenguaje incendiario y del discurso que llama a la guerra de clases, aunque a veces parece madurar y cambia el estilo por el discurso de la concordia sobre todo cuando ve beneficios de cálculo político, aun asi su resentimiento lo traiciona, aflorando su odio a los grandes dueños del capital, además de evidenciar su mesianismo y narcicismo en donde solo Gustavo tiene la razón y la última palabra.

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Gustavo Petro al igual que la señora Cabal pero desde el otro extremo disfruta del lenguaje incendiario

Peñalosa es un señor clasista con ínfulas de estadista, pero solo es otro vendedor de humo, quien descaradamente sostiene que sus sistemas de buses articulados soportan mayor eficiencia que un metro, miembro de la clase social dominante quien sabe gobernar solo para él y los intereses de sus amigos pero sin cometer pecados. Es el menos controvertido de los nombrados pero forma parte del grupo de quienes nos han traído a esta desgracia que vivimos.

El expresidente Uribe no requiere de mayores análisis, solo basta oírlo renegar en contra de sus jueces para entender que el solo gobierna para el mismo y sus intereses, aunque el país se acabe de incendiar por sus temerarias provocaciones.

Y como ellos hay muchos otros entre quienes nos gobiernan, pero ahora con esta crisis social tan compleja de poco o nada sirven, porque solo aportan arrojando nueva leña al fuego.

Dura está la escogencia de un candidato para que desde el 2022 nos gobierne.

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