De improvisación en improvisación

Nicolás Ramos G

Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP

El vivir de improvisación en improvisación nos garantiza que permaneceremos en el subdesarrollo o como eufemísticamente se dice en vía de desarrollo. La gran diferencia con los países con ingresos por habitante de hasta 18 veces el nuestro (Noruega US$ 85.380 o Suiza US$ 70.350 y Colombia US5.750) es que ellos todo lo planean en detalle antes de iniciar cualquier obra. Nosotros actuamos tal cual como en alguna ocasión me dijera un Secretario de Hacienda al responderle que se necesitaba terminar los estudios para construir una carretera: “por eso no se pueden hacer obras de gobierno”.

Esa improvisación la vemos por doquier. Un ejemplo es  la imposible ampliación de la Carretera al Mar hasta el retén forestal, cuando la presentaron en el año 2008 ( Acuerdo 241 ) como una de las 21 megaobras su costo era del orden de $ 40 mil millones dentro de los 680 mil millones que costaba el plan total , por la tarde lo cambiaron a una cifra varias veces superior, hasta que fueron pasando los años y no se hizo. La obra la planificó el actual alcalde en su primer gobierno y ahora en el segundo 14 años después nadie responde. Hoy se sabe que la ampliación de la vía al mar es imposible no solo por los altísimos costos por metro lineal que superarían los 20 millones de pesos incluyendo la compra de las viviendas de varios pisos que existen a ambos lados y un imposible cálculo del tiempo para ejecutarla.

Igual pasa con los dos extremos de la denominada Carretera (autopista) de los Cerros, no hay estudios ni presupuesto para terminarla; lo mismo con la prolongación de la avenida circunvalación, obra decretada por valorización también de 21 megaobras  por $115.300 millones y escasamente va en el 25% , le falta atravesar la parte de atrás del club Campestre, el rio Lily y llegar a Pance, a la altura de la Universidad San Buenaventura ( Carrera 122  ) 

Mientras sigamos improvisando (Nación, Departamentos y Municipios) sin verdaderas y permanentes oficinas de planeación que estudien y proyecten a 20/40 años, con obras mal pensadas y menos estudiadas e imposibles de construir en 4 años, tenemos la seguridad de que no solo la ciudad sino el país, se continuarán hinchando por todas partes en desorden.  No hay planeación de largo plazo….

Lo anterior nos hace recordar el final del poema La Perrita de Marroquín: cosa de volverse loco, no pudo cazar tampoco al maldito jabalí. Por ello si seguimos de improvisación en improvisación al final solo ocurrirá que la calidad de vida desmejore día a día por el crecimiento de los problemas y estos no se pueden resolver, como la movilidad al puerto de Buenaventura desde Cali por el km 18 y entre el sur y el norte, por las inexistentes avenidas de los Cerros y de Circunvalación.