Lima, Panza De Burro

Por Isabel Ortega |
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  Iwerrgsabel Ortega Ruiz 

 Estudió derecho en la Universidad Autónoma de Barcelona, Máster en Mediación y Resolución de conflictos en la Universidad de Barcelona, profesional del sector asegurador por 2 años, especializada en propiedad industrial, área donde ha trabajado por 4 años.


Cuando Eva Ayllón canta, “Estoy enamorada de mi país, Estoy enamorada de este lugar, ¿Y tú?” Sin pensármelo dos veces diría que sí, y apenas puedo decir que conozca el país. Me quedé casi un mes allí, pero me moví muy poco, no por falta de ganas, si no por imposibilidad, llegué unos días justo antes de que el expresidente Pedro Castillo disolviera las cortes ante el segundo proceso de vacancia al que se enfrentaba y de que el país se sumiera en un profundo caos social.  

Aterricé en Lima el 5 de febrero de 2022. Fue paradójico que yo llegara a la capital del país andino y Juanca, mi amigo limeño, siguiera en Tulum. No sería hasta un mes más tarde que nos reencontraríamos en esa linda ciudad. 

Por esa razón hay dos Limas en mi viaje; los primeros días, con Connie y su marido, viejas amistades, adaptación, primeras impresiones e incertidumbre, porque justo a los dos días de mi llegada, y uno antes de volar hacía Cusco, el sismo que convulsionó el país, “golpe de estado” lo llamaron algunos, pero se trata de otro capítulo más en la dramática vida de la política peruana.

Lima, Panza De Burro

Al principio fue complicado, me encontraba muy desubicada, mi corazón seguía en México, pero mi cuerpo estaba en Perú. Por suerte, la ciudad fue muy acogedora conmigo y me dio la bienvenida con un sol radiante y un cielo azul, cosa rara, ya que por lo general la ciudad está cubierta de nubes grisáceas. De ahí el mote “Panza de burro”. Lo que no fue suerte fue la tremenda acogida de mi amiga, que me preparo una habitación preciosa en su casa, a la que no le faltaba un perejil*. Me dejó hasta una cajita de dulces y chocolatinas típicas, y una carta a modo de hotel, con el wifi y los “precios” de los productos, como si de un minibar se tratara. Y no os lo perdáis, reprodujo un “Tió de nadal”. Si esta palabra no os suena es normal, se trata de un personaje de tradición catalana, que consiste en un tronco con cara que caga regalos en navidad. Como lo oís. Una especie de Papá Noel catalán. 

Lima, Panza De Burro

Ella y yo nos conocimos estudiando el máster de resolución de conflictos y mediación en Barcelona. Al igual que yo, Connie había estudiado derecho. Además de la ilusión por reencontrarnos después de años, había que sumarle que el año pasado se había casado y no pude asistir a la boda por las restricciones del Covid. Por eso, conocer a su marido, su casa, a su madre suponía para mi algo muy importante. Después de los abrazos, los besos y una breve actualización nos fuimos a dormir, yo estaba agotada y ellos trabajaban al día siguiente. Por la mañana me fui a recorrer la ciudad por mi cuenta, me paré en un lindo café del barrio de Miraflores, paseé por su malecón, recorrí el parque el amor, que hace un pequeño guiño al arte de Gaudí, con muros hechos de fragmentos de azulejos coloridos, y repleto de frases tan hermosas como “A ti como la luz del mundo a las ventanas”, de Juan Gonzalo Rose.  

Por la tarde, mi amiga me recogió en el centro comercial Larcomar, donde me despedí del sol, que se escondió tras el mar hasta el día siguiente. Pusimos rumbo al barrio de Barranco, otro de los barrios más encantadores de lima, lleno de arte callejero y galerías, perfecto para una cita romántica o para tomarte unos pisco sour y salir a bailar. Nosotras en cambio bebimos emoliente, una bebida a base de granos tostados y jugo de limón. La linaza le da una textura muy viscosa, es una bebida muy curiosa con un montón de propiedades para la salud. Nos sentamos en un banco del parque municipal de barranco, enfrente Hacía fresquito aquella noche, lejos quedaba el calor pegajoso del caribe mexicano de hacía apenas un par de días. 

Lima, Panza De Burro

Lima me fascinó. Tiene playa, tiene historia, tiene luz, tiene arte.  Una de las experiencias más auténticas que he tenido nunca fue en aquella ciudad, cuando cogí un barco hacía las islas palomino, donde me bañé con leones marinos. Esas islas son muy curiosas, a pesar de no tener apenas vegetación y estar cubiertas por neblina casi todo el año, los diferentes presidentes peruanos han tenido casa allí, y también allí se situó una de las cárceles más famosas del país, con un trágico final, siendo bombardeada por el ejército ante una insurrección de los presos, que se morían de hambre. En ese enclave tan curioso vive una gran comunidad de leones marinos. Verlos en libertad y poder tocarlos y mirarlos directamente a los ojos fue extraordinario. 

Lima, Panza De Burro

En esa burbuja de felicidad estaba cuando al día siguiente, comprando unas zapatillas de deporte, nos enteramos de lo que acababa de hacer Pedro Castillo y de que se había convocado toque de queda para ese día de las 22 pm. a las 4 am. Nosotros teníamos el vuelo a Cusco a las 12 de la mañana, ¿Lo pudimos coger?

La próxima semana lo sabrán. 

* Expresión andaluza que significa “muy completito”

Lima, Panza De Burro

 

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