- 22 vistas
Ana Lucía Arango M
Economista.
Lo importantes es que este proyecto fiscal aprobado por las cámaras legislativas, permitirá recaudar $15,2 billones y beneficiar a 29 millones de colombianos, a través de programas sociales como matrícula gratis para educación superior para estratos 1, 2 y 3; subsidio del 25% al empleo joven entre 18 y 28 años, el Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef) y el Ingreso Solidario
Grato observar cómo se aprobó la reforma tributaria, primero consensuada con gremios y ciudadanos y finalmente en una aprobación rápida, ampliamente mayoritaria, que podríamos colocar al país en una posición de futuro desarrollo económico y social, siempre y cuando las cosas se hicieran así. Parecíamos un país escandinavo en el caso de la reforma tributaria, pero la realidad frente a los otros temas dista mucho de lo que pasó con este nuevo aporte fiscal llamado "inversión social".
El principal aporte al país se hace en nuevos ingresos producto de una tarifa corporativa del impuesto a la renta que sube del 30 al 35% a partir del 2022, con una sobretasa temporal del 3% de esta tarifa, para las instituciones financieras que tengan una renta líquida gravable superior a 120,000 UBT. El 69% de los recursos pertenecen a este gran acuerdo de país y prácticamente el resto, es decir el 31% es austeridad en el gasto público ($1.9 billones anuales). Importante hacerle seguimiento mensual a lo que tiene que ver con la austeridad en viáticos, publicidad y que sea permanente hacia adelante.
Un avance en lo que tiene que ver con la independencia y capacidad técnica hacia el comité de la regla fiscal, quien deberá dar cumplimiento a la reducción de la deuda pública, para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas después de una pandemia de año y medio y un estallido social de casi 3 meses.
La nueva ley de la República se proyecta en el marco de un déficit según el marco fiscal de mediano plazo, que estaría en el 8.6% del PIB.
Reconocer que empresarios y gremios ante una situación política, financiera y ante todo fiscal del país, la necesidad de apalancar el gasto social (subsidios como ingreso solidario, empleo a los jóvenes, apoyo al empleo formal, matrícula cero), que pueda ser equidad social. Tarde se enteraron nuestros empresarios y se necesitó de un estallido social para ser blanditos.
De otro lado hubo 3 nuevos artículos para asegurar recursos para la paz, definir el destino de los recursos del impuesto al carbono y extender hasta 2022 el programa de apoyo al empleo formal PAEF.
Al gobierno le faltó decisión en hacer un acuerdo sobre exenciones tributarias que ya son engorrosas frente a un país en un problema social gigante, más aún cuando el recaudo del gobierno debe ser mayor. Y el presidente Iván Duque quedó debiendo la reforma estructural económica y fiscal que ofreció en campaña, que exige una verdadera reforma tributaria para el país.
La protesta de abril, mayo y junio la originó la reforma tributaria fallida, por ser dura con la clase media y los pobres, aunque también tocaba a los ricos; podríamos decir que esta esta nueva reforma tributaria quedó materializada a un cuarto de máquina.