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Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.
¿Qué le sucede al Valle del Cauca en materia de crecimiento?, es la pregunta que se formulan algunos sectores económicos y de opinión, después de que se conocen algunas cifras del DANE que muestran que el departamento registró un crecimiento muy por debajo del promedio nacional, circunstancia que ha llevado a su clase dirigente a solicitarle al presidente de la república Gustavo Petro, realizar un diálogo con el fin de adoptar una nueva política en materia económica y social que permita recuperar la dinámica económica del departamento, impactada por diversos factores que han hecho que su economía pierda competitividad y se aumente el desempleo en la región.
Si bien es cierto la economía del Valle goza de grandes ventajas comparativas y competitivas respecto de otras economías regionales, su bajo crecimiento no obedece simplemente a ciertos factores internos como la inflación, el aumento creciente del crédito, los bajos índices de productividad del trabajo, las alzas de los precios de los insumos y materias primas y los efectos que generó el COVID-19, etc., todo lo cual ha influido sin lugar a dudas en la desaceleración de la economía en general del país y en particular del Valle del Cauca.
El análisis que se hace de dichos elementos tiene toda la validez desde el punto de vista de lo que sucede con el crecimiento de la economía del país. No obstante debe señalarse que el proceso de desaceleración y de bajos índices de crecimiento de la economía hacen parte de un proceso que se vive en países como Estados Unidos de Norteamérica, de Europa, y de China, considerada la segunda potencia económica del mundo capitalista globalizado, lo cual se ha convertido en una tendencia que se prolonga en el tiempo y en el espacio determinando una época de declive del actual sistema económico del capitalismo mundial y respecto del cual es necesario analizar el contenido de dicho proceso conjuntamente con las relaciones existentes entre los países mas desarrollados y los menos desarrollados.
Al respecto es menester señalar que los acuerdos suscritos entre dichos países han privado a los menos desarrollados de lograr un desarrollo independiente, en tanto han sido condenados a vivir en la pobreza y en el subdesarrollo valiéndose para ello del poder financiero de las organizaciones internacionales como el FMI, el Banco Mundial, la Ocde, que actúan como instrumentos de presión y avasallamiento con los cuales se protegen los intereses de los monopolios locales, nacionales y transnacionales que aglutina el gran capital financiero que domina en el mundo capitalista en donde la unión de los monopolios bancarios con los monopolios industriales han logrado una vez más convertirse en un verdadero poder económico y político, determinando de esta manera el contenido de la política interna y externa de los Estados en el mundo desarrollado y en el emergente.
Está claro que el desarrollo de los países capitalistas más desarrollados surge sobre la base de la dominación económica, política y social de los países menos desarrollados, lo cual se expresa con la exportación de capital, el intercambio no equivalente de mercancías, el reparto del mercado mundial, el aprovechamiento y apropiación de la riqueza social que se genera con el trabajo de millones de trabajadores, conjuntamente con la apropiación de nuevas fuentes naturales de materias primas.
Con el crecimiento de la exportación de capital también crece la rivalidad entre los diferentes países desarrollados que desemboca en la lucha competitiva por mantener su influencia en los mercados, tal como está ocurriendo en la actualidad en donde aflora la denominada “guerra comercial”, en tanto que las relaciones económicas entre los países menos desarrollados respecto de los más desarrollados en virtud del cambio no equivalente, les permite a los monopolios vender sus mercancías a precios desproporcionados mientras que aquellos les compran a precios muy bajos los productos y bienes que exportan a esos países.
En la actualidad esta situación se repite con la complacencia de los gobiernos populistas de derecha y de la izquierda, que gobiernan en el mundo capitalista en connivencia con el capital monopolista que explota incesantemente el trabajo de millones de hombres y mujeres, al tiempo que convierten a las naciones menos desarrolladas en apéndices agrarios y proveedores de materias primas, lo cual conduce a que estos países adquieran un desarrollo precario y subordinado a las necesidades y requerimientos de los monopolios económicos. Circunstancia esta que se ha visto agravada en contra de los países exportadores con la reducción de los precios a nivel internacional, generándose con ello una mayor dependencia y aplazamiento del progreso económico, social y técnico que ha hecho de la globalización capitalista una forma de explotación más elevada que se refleja en los índices de bajo crecimiento económico, pobreza, miseria y desigualdad social.
De esta situación no es ajeno nuestro país en general y en particular el Valle del Cauca, que recibe las migajas que le ofrece el gran capital financiero a cambio de mantenerse fiel a sus requerimientos en medio de la crisis económica, de superproducción, financiera, crediticia, etc., que influye negativamente en el sector de la agricultura, el crecimiento de la industria, el comercio y la propia economía de los servicios.
Frente a las ideas que plantean que el capitalismo es eterno y que solo es susceptible de ser reformado, lo cual no deja de ser más que un embuste que tendrá que superarse con la lucha del pueblo colombiano y Vallecaucano encaminada a sustituir las viejas y caducas relaciones económicas por otras posibilidades acordes con las necesidades e intereses del conjunto de colombianos dispuestos a contribuir al verdadero cambio social que requiere el país.
Cali, 12 de agosto de 2023
Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social
