Otro sueño de superación y reconocimiento global

Por Guillermo E. U… |
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Por Guillermo E. Ulloa Tenorio

Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.


El futbol femenino tuvo sus inicios hace cincuenta años en Colombia. Sin embargo, solamente desde hace veinticinco años empezó su concurso internacional. Si bien es cierto, la selección de mayores siempre se vio opacada por los equipos sub-17 y sub-20. En un principio los marcadores eran absurdos. En lejana competencia goleó a Venezuela con un 8-0, pero a la vez también fue goleada por un 0-12 contra Brasil.

Poco a poco, las canteras empezaron a brindar jugadoras de altísima competencia. Las justas suramericanas y panamericanas se convirtieron internacionales disputándose con potencias europeas, y por las norteamericanas, donde el deporte femenino era fuerte. Fieles a nuestra tradición, empezaron a ser conocidas como las “cafeteras”.

La Federación Colombiana de Futbol nunca fue inferior a su compromiso. Bajo su tutela financiaron directores técnicos, equipos de apoyo, viajes, alojamiento e inscripciones. Con el paso del tiempo el país empezó a disfrutar de su juego.

Quizás lo más agradable del juego es la baja agresividad comparada a las tradicionales selecciones masculinas. Son más disciplinadas y certeras en el juego corto ofreciendo un lindo espectáculo comparable con un repertorio de danza. Sus rostros femeninos son mucho mas expresivos, denotando tristeza, alegría, angustia y, quien no lo creyera, menos actuación en el campo que sus contrapartes masculinos.

El actual campeonato en Australia nos ha puesto a madrugar, disfrutar y celebrar sus logros. Es un equipo relativamente joven. La mediocampista Diana Ospina y Sandra Sepulveda son las mayores con 35 años, la goleadora Catalina Usme tiene 33 años, seguida de la capitana Daniela Montoya y Carolina Arias con 32. Las demás son más jóvenes, y curiosamente las más pipiolas son Linda Caicedo, Angela Barón y Ana María Guzmán.

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El América de Cali es el mayor aportante local de talento. España y Brasil son los destinos internacionales de las jugadores y la arquera Catalina Pérez juega en Alemania.

Hasta hace pocos días, nombres desconocidos, hoy vibramos con ellas. Convertidas en heroínas, dan ejemplo a la niñez, la juventud y a toda Colombia de humildad, perseverancia, disciplina, alegría y belleza.

Al pasar cada ronda eliminatoria la FIFA es compensada con cuantiosa suma individual a las jugadoras e igualmente recibirá la Federación y el conjunto del seleccionado un aporte importante que permita continuar fomentando el deporte.

Gracias a ellas estamos viviendo otro sueño de superación y reconocimiento global. Se hizo historia. La Selección entre las mejores del mundo. Reconocimiento no solamente a las jugadoras por el excelente desempeño, sino al equipo técnico e hinchada que conquistaron.

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