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Redacción
Los resultados de las elecciones de medio término en los Estados Unidos, indican que fue un resultado agridulce para el Presidente Biden, y agridulce para el expresidente Trump, como líderes de sus partidos Republicano y Demócrata y el gran ganador fue el Gobernador de la Florida Ron DeSantis, quien hizo ola republicana en su estado, arrebatando unos condados y ganando por más de 20 puntos, cuando hace cuatro años tan sólo ganó por 2%.
Es agridulce para Biden aunque la gran prensa diga otra cosa, porque perdió la Cámara y tiene en riesgo el Senado, mientras es igualmente agridulce para el partido republicano, porque con las encuestadoras armaron un triunfo arrollador en ambas cámaras legislativas, lo que no se presentó.
Para el Senado los medios estadounidenses al corte de esta edición tienen 49 escaños asignados al partido Republicano y 49 a los Demócratas, faltando tres escaños por decidir (Nevada y Georgia).
El partido Republicano y los Demócratas están disputándose voto a voto y es muy difícil predecir quién ganará en Nevada, donde las diferencias son de 900 votos; respecto a Georgia los candidatos el senador demócrata por Georgia, Raphael Warnock, y su rival republicano, Herschel Walker, van a una segunda vuelta el 6 de diciembre, pues ninguno obtuvo el 50%.
Se demuestra de esta manera que la política en Estados Unidos sigue de por mitad, a pesar de la mala imagen del gobierno Biden por la economía, el desempleo y un liderazgo internacional discutible frente al crecimiento de China, en relación a la guerra Rusia Ucrania, se perdió una buena integración con Arabia Saudita y el Medio Oriente siempre está caldeado.
De ganar los republicanos la mayoría en la Cámara de Representantes, van 211 contra 203 escaños de los demócratas, los proyectos Biden empiezan a ser afectados, y especialmente en una posible investigación sobre su hijo y que le podría afectar al gobierno, mientras los hechos ocurridos el 2 de enero de 2000, donde se investigan en la Cámara de Representantes y que afectarían al gobierno del entonces Presidente Trump, podrían ser resueltos en favor de este último.
Sigue mandando un mensaje los Estados Unidos de gran división al mundo pero también de democracia y de lucha política por el poder.
