- 22 vistas
Carlos Armando Cuervo Jiménez
Emprendedor y empresario con formación en Ingeniería Industrial
Tan solo hace un par de semanas había manifestado mi admiración por las designaciones de unos colombianos probos y experimentados en las primeras carteras ministeriales.
Pero como lo advertí, mantenía alguna esperanza de que el resto de escogidos estuviera sin mácula alguna.
Lamentablemente el mundo que conforma el espectro político de Colombia y de quienes quieren y pueden formar parte de cualquier gabinete ministerial está compuesto por muchos inescrupulosos.
Dos de los nuevos escogidos presentan impedimentos éticos, así sean pequeños, y una no cumple con los requisito técnicos que exige esa cartera.
Hace años al arquitecto Daniel Garcia Arizabaleta se la cobraron por aceptar la dirección de INVIAS, tras unas modificaciones al manual de funciones y de exigencias del cargo.
¿Estaremos ahora expuestos a una nueva versión de este hecho?
Cada uno de los tres representa facciones de quienes han integrado la coalición de gobierno.
¿Será que Petro y su camarilla cercana mejor exigen nuevas hojas de vida y solucionan de tajo los tres asuntos evitando problemas a futuro y termina la sombra que proyectan sobre un gobierno que apenas comienza?
Ahora la elección del nuevo contralor se convirtió en agria disputa entre el saliente congreso y el nuevo.
La mesa directiva del senado anterior intentó con muchas estratagemas dejar una lista de elegibles confeccionada al gusto de la administración Duque.
El senador Gustavo Bolivar en compañía de otros congresistas constituyo un grupo de presión para reorganizar la lista, menos mal la lista tenia fallas por paridad de género y un fallo de la justicia termino apoyando la tesis de Bolivar y sus amigos.
Aun así los partidos tradicionales hicieron público un documento en el cual manifestaban su apoyo a la candidata del saliente contralor.
De nuevo la necesidad de mantener una coalición de gobierno en el congreso ha puesto a prueba la transparencia de esta elección.
Observemos atentamente si se impone la amenaza y el boicot de los partidos tradicionales o el hábil senador Barreras logra sortearlo y escoger a un candidato ajeno al saliente contralor.
Aunque dudo que cualquiera de los posibles investidos sea ajeno a las influencias del antiguo contralor.
En pocos días ha quedado demostrado que la vieja clase política sigue y seguirá vigente en Colombia con su sólido poder.
Con indignación acepto así es nuestro país ¡faltan otros 200 años para cambiarlo!
