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Nicolás Ramos G
Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP
Nunca imaginé que a la Presidencia de la Patria llegara un personaje como Gustavo Petro, que indudablemente no ha dejado de portarse como un guerrillero y ello lo confirma, no solo con sus actuaciones o comportamiento con los grupos subversivos o narcotraficantes que financiaron su campaña, sino con el respaldo al grupo Hamas, que no se sabe cómo calificarlos ante su comportamiento inhumano de asesinar niños, violar mujeres y luego matarlas y otro cúmulo de atrocidades como la de gozar matando prisioneros.
Después del holocausto nazi de asesinar judíos basados en el supuesto de la pureza de la raza aria, pureza que no es nada distinto a la ignorancia histórica de que todos los hombres descendemos de los tres grupos primitivos que poblaron África que se unieron para formar el homo sapiens y nuestros parientes más cercanos en la línea evolutiva de todas las especies que pueblan la Tierra son los orangutanes, parentesco que se comprueba por el ADN que es casi el mismo. Igual los diferentes aspectos y color de la piel de los humanos obedecen al clima diferente de los diversos lugares del planeta, a la comida y a la insolación que cambia la melanina de la piel para generar sus variedades entre negro y blanco. Igual el lenguaje, que aún hoy cambia diariamente por nuevas voces tecnológicas y las que crean las diferentes comunidades.
Es bien triste que en pleno siglo XXI los humanos se enfrasquen en peleas por opiniones territoriales o religiosas, estas últimas siendo creaciones humanas que expresan diversas formas de alabar a Dios, cuando aún ignoramos como se originó la vida en el mundo. Lo único cierto es que cuando nuestro Sol queme completamente su combustible, la Tierra será tan yerma como la Luna y los humanos no tendremos quien nos recuerde.
Cuando el Presidente habla de cuidar la Tierra, olvida que debemos vivir en armonía y aprender a convivir en el mundo para lograrlo. El deber del Presidente es predicar la solidaridad y no promover la lucha de clases y la polarización. Lo otro, si no cumple la Ley, debe abandonar el cargo, pues ha demostrado que es indigno de ser el Presidente de los colombianos ya que desde la campaña para su elección violaba la Ley en forma grave. Igual de indignos serán los miembros del Comité de Acusaciones de la Cámara de Representantes si no cumplen con su deber de realizar el juicio político.
