La trascendencia del voto programático

Por Luz Betty Jime… |
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Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.


 

Cuando los candidatos aspiran a ocupar cargos de representación popular como alcaldes o gobernadores, deben presentar al momento de su inscripción su programa de gobierno en el cual se establezca la visión que se tiene hacia el futuro del progreso y desarrollo de su ciudad o departamento, lo que es fundamental como guía para la ejecución de los proyectos y programas que contendrá posteriormente el plan de Desarrollo.

Sin embargo, debe decirse que en general los ciudadanos no conocen dichos programas de gobierno los que deben ser divulgados ampliamente con el fin de informarse sobre su contenido, en tanto que los candidatos elegidos adquieren la calidad de MANDATARIOS obligados a rendirles cuentas a sus electores quienes por lo demás podrán revocarles su mandato por no cumplir con lo establecido en su programa de gobierno.

Faltando escasamente dos semanas para la realización de los comicios electorales, los caleños y vallecaucanos deberían conocer el contenido de dichos programas de gobierno.

Esta circunstancia les impide a los potenciales electores conocer y analizar de fondo el contenido de los programas de gobierno, lo que le permite al candidato hacer toda clase de promesas con las cuales consigue en la mayoría de los casos engañar a los electores que no desentrañan de las palabras y discursos grandilocuentes los verdaderos propósitos de los candidatos, procediendo a votar a “ciegas” por tal o cual candidato.

El conocimiento del programa de gobierno constituye un derecho del elector en tanto que su divulgación es un deber del candidato, ya que de no cumplirse dicha obligación resulta imposible determinar los objetivos y metas del programa de gobierno.

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Al no poder conocerse el programa de gobierno, los electores optan por escoger al candidato que aparece con mayores puntajes en las encuestas de interés del candidato, a quien se erige una especie de culto a la personalidad basada en un enfoque idealista y subjetivo en virtud del cual se considera que la existencia y desarrollo de la sociedad y en este caso de la ciudad o del departamento dependen de estos candidatos convertidos en grandes personalidades (caudillos, jefes políticos, empresarios, ideólogos, etc.).

Para que el elector juegue un papel destacado conjuntamente con el candidato, debe estar ligado con la marcha objetiva de la sociedad y sus leyes sociales a fin de lograr cumplir con los objetivos y fines de la lucha social que libra el pueblo en su momento.

A pesar de que el Voto es programático, las entrevistas y debates a los que acuden permanentemente los candidatos@, no se desarrollan con base en los programas de gobierno debidamente inscritos y de esta manera los electores no tienen la posibilidad de conocer ni analizar las propuestas y visiones de aquellos, con lo cual estos eventos no dejan de tener más que un carácter formal con apariencia democrática.  

En tales circunstancias debe decirse que tanto los ciudadanos caleños como los vallecaucanos que acudan a las urnas motivados por diversas razones, pero alejados del conocimiento de los programas de gobierno, correrán la suerte de asistir a un escenario político en donde los “mismos con las mismas” continuarán ejerciendo el poder que poco o nada tiene que ver con los cambios que exige el pueblo agobiado por el peso de la pobreza, la informalidad, la inseguridad y la desigualdad social.


Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social

El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social

 

 

 

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