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Carlos Armando Cuervo Jiménez
Emprendedor y empresario con formación en Ingeniería Industrial
Esta palabra con raíces griegas, como Ley, relativo a y cualidad, define hoy en día la calidad de ser leal, que a su vez determina la fidelidad que se observa a personas, leyes o creencias.
En esta semana y ante la renuncia o destitución del general Sanabria a la dirección de la policía de Colombia, por ser leal a sus creencias religiosas, cobra un valor significativo el concepto de la lealtad.
Al dirigir una institución laical, con miles de personas bajo su mando, nunca debió mezclar religión con liderazgo institucional; pero no por ello debemos desconocer la increíble decisión en donde el general prefirió no quebrantar la lealtad a sus creencias religiosas, aunque ello le significó tener que dar un paso al costado a tan alto cargo.
Sin duda un hecho sin precedentes en un país en donde el apego y respeto a la palabra empeñada no existen.
Casi siempre al instalarse en un cargo, un político, un líder o un dirigente colombiano despliega en sus palabras iniciales una lista provista de acciones bien intencionadas, las cuales al ejecutarse distan de lo primariamente expuesto y aquí es donde resulta extraordinario el comportamiento del alto militar, un hombre a quien los egos y la borrachera del poder no embriagaron.
¿Se preguntarán porque hago esta mención a favor del general?
Y la respuesta es simple, por Caliescribe y su panel de columnistas han pasado 12 precandidatos a la alcaldía de Cali con planteamientos digamos que llenos de ilusiones y proyectos bien intencionados.
¿Cuántos de ellos estarán dispuestos a cumplir a cabalidad con sus propuestas y planes?
Cali termina este cuatrienio en condiciones muy precarias
Se requiere casi de un mago para rescatarla del hoyo en donde la deja la administración actual, con problemas casi irresolubles, así que se requiere de una persona que actué y gobierne con suma lealtad a sus principios y no cambie su actuar, como una veleta ante los nuevos retos y problemas que deba enfrentar
Esta seria quizás una buena manera de esculcar a los posibles candidatos a la alcaldía de Cali, estudiando quienes de ellos han sido escrupulosamente fieles a sus ideas y propuestas a lo largo de su vida, y gracias a ello podrían recibir el respaldo del electorado en las justas que se avecinan.
Quizás deberíamos recuperar el uso y compromiso que se derivan de la lealtad, en la búsqueda de rescatar el honor y respeto por la palabra empeñada, para construir un nuevo amanecer como sociedad.
