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Ciro Solano Hurtado.
Presidente Comité Olímpico Colombiano.
Estas sencillas líneas las escribo con el corazón herido por la tristeza, porque ha partido uno de los grandes educadores del deporte olímpico colombiano, Fernando Arroyo Valencia, rector de la ejemplar Institución Escuela Nacional del Deporte, tal vez el más importante legado de los Juegos Panamericanos Cali 1971.
A Fernando lo conocí en 1988, en el torneo Orlando Guaita, en Santiago de Chile, cuando él era uno de los mejores atletas colombianos y yo, vicepresidente de la Federación Colombiana de Atletismo, y coincidimos en muchas oportunidades en certámenes nacionales e internacionales, en los cuales se destacó por sus condiciones en las pruebas de velocidad, que le permitieron ganar títulos y batir marcas, en Juegos Nacionales, campeonatos nacionales y en certámenes suramericanos, y desde entonces fue un joven serio, disciplinado, respetuoso y con ganas de alcanzar grandes metas.
Nos volvimos a encontrar por el resto de la vida, desde cuando fue becado para estudiar Tecnología en Deporte, precisamente en la Escuela Nacional del Deporte, institución en la cual cursó también estudios profesionales en Deporte y Actividad Física y Especialización en Dirección y Gestión Deportiva; además era candidato al grado de doctor en Educación, Deporte y Salud, en la Universidad de Vigo, España.
Inicialmente fue profesor de atletismo, y fue escalando posiciones, gracias a sus conocimientos y capacidad de trabajo, y ocupó cargos como jefe de Capacitación, director de la Unidad Académica, vicerrector Académico, hasta ser elegido rector, en 2003, y ser reelegido por cuatro oportunidades consecutivas.
Gracias a sus gestiones y apoyo, en la Escuela Nacional del Deporte se formaron importantes atletas, directivos y entrenadores, que se han destacado en el concierto del deporte colombiano.
Fernando Arroyo Valencia dejó un gran legado, especialmente por la ampliación de la cobertura educativa a muchos sectores del país, su vocación por la investigación, la defensa de los valores olímpicos, la educación integral que lo convirtieron en uno de los más importantes aliados del Movimiento Olímpico colombiano y el mejoramiento de la infraestructura de la Escuela. Y también se le recordará por su gusto en el vestir, porque, no obstante el calor de Cali, siempre lucía vestido completo, con corbata y hasta chaleco, y para completar, un pañuelo que le daba el toque final a su elegancia.
Se fue un gran colombiano, pero nos dejó un legado que lo hará inmortal.
Adiós al atleta, al educador, al aliado y, especialmente, al amigo.
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N.R. José Fernando Arroyo Valencia, como rector de la Universidad ”Escuela Nacional del Deporte“ fue uno de los grandes colaboradores para la feliz realización de los Campeonato mundiales de atletismo sub 18 Cali 2015 y sub 20 Cali 2022 , siendo sus instalaciones sub sede mundialistas, gran apoyo logístico y el liderazgo para 2 conferencias globales de atletismo. Por ello, logró la designación por el Consejo de World Athletics personalmente en Mónaco y en acto protocolario en Cali de ser la universidad, Centro de desarrollo del atletismo para el norte de Suramérica; lo que no se cumplió por presupuesto internacional. Posteriormente propugnó para que la Confederación Suramericana de atletismo designara a la Escuela como institución universitaria para dar los niveles de atletismo de World Athletics, mediante contrato formalizado, lo que tampoco se cumplió por los celos continentales. Ramiro Varela M gestor y presidente de la organización de los 2 mundiales de atletismo de Cali, ha escalado la solicitud de nuevo al presidente de World Athletics Lord Sebastián Coe y todo este programa modelo para los países en vía de desarrollo, será realidad internacional y llevará el nombre de José Fernando Arroyo V.
