Ministro de Justicia de Bukele y foro de seguridad

Por Alex Sterling |
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Alex Sterling

Comunicador social de Univalle y escritor


En la mañana de este miércoles se llevó a cabo en Cali el 1er Foro Internacional en Seguridad Ciudadana, organizado por el abogado y precandidato a la alcaldía de Cali Hernando Morales. En medio de una situación de inseguridad complicada, donde los hechos y la percepción del ciudadano coinciden en que se deben tomar medidas especiales para luchar contra este flagelo, expertos internacionales en la materia acudieron al debate pactado desde la 9:00 AM, en el Centro Cultural Comfandi, el cual se extendió por aproximadamente tres horas.

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Los panelistas fueron:

  • Gustavo Villatoro: Ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador.
  • Jesús Alberto Capella: exsecretario de seguridad pública de México.
  • Luis Alberto Moore: Ex-General de la Policía de Colombia.
  • Hernando Morales: Abogado y magíster en derecho administrativo.

 

La audiencia estaba muy interesada en escuchar la experiencia del Ministro de Justicia y Seguridad de El Salvador, dado al gran cubrimiento mediático que se le ha dado a la ofensiva del Gobierno del Presidente Nayib Bukele contra la delincuencia organizada en el país centroamericano, la cual ha despertado alabanzas y críticas por igual.

Así que la primera intervención del foro fue la del ministro salvadoreño, quién empezó hablando de los primeros intentos por mejorar la seguridad en el país:

“Hace muchos años nosotros también pasamos por un proceso de paz. Una serie de negociaciones que no terminaron como se esperaba, dado que fue un instrumento para judicializar a oponentes políticos, sobre todo de izquierda, más que una medida pacificadora para combatir a las maras. Además, fue un proceso impuesto, que no encontró eco en la ciudadanía”.

Según datos oficiales del 2022, El Salvador registró 7,9 homicidios por cada 100.000 habitantes. Presentando una rebaja sustancial si se compara con el año inmediatamente anterior. A lo cual el presidente Bukele reaccionó afirmando que estos números convertían a su país en el más seguro de América. Lo cierto es que las estadísticas de homicidios por cada 100000 habitantes son aún más bajas en Chile o Perú. Además, según estándares internacionales, la seguridad debe medirse con la tasa de criminalidad total, la cual sigue siendo muy alta en El Salvador.

Continuando con su exposición, el Villatoro hizo énfasis en el gran número de víctimas que ha asolado al país desde hace muchos años:

“Mire, llevamos 75000 muertos salvadoreños en 30 años, después de una paz que nos la pasamos esperando que se concretara. Si contamos desde más atrás son más de 120000 salvadoreños han muerto en manos de estos terroristas, hablando particularmente de las maras. Desde el 2002 acabamos con el fenómeno del secuestro, o lo controlamos, pero conservamos una tasa arriba de 108 homicidios por cada 100000. Fue en este contexto que desde el gobierno impusimos en el 2019 un plan de control territorial, con el que bajamos ese índice a 7,9 sobre 100 000 habitantes el año pasado. Este año va en 2,5”

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Fases del Plan Control Territorial

Fase 1: Despliegue de militares y policías en las calles.

Fase 2: Reconstrucción del tejido social y capacitación de jóvenes.

Fase 3: Modernización del equipamiento de las fuerzas de seguridad.

Fases 4-7: No fueron hechas aún públicas.

*Fuente: Gobierno de El Salvador

Luis Alberto Moore, exgeneral de la policía Colombiana, empezó el diálogo con el ministro salvadoreño exponiendo la experiencia colombiana contra la criminalidad::

“El narco ha traído muchas estructuras que produjeron un aumento de la criminalidad, corrompiendo las instituciones y provocando que la falta de gobernabilidad termine en una falla en la lucha”.

Continuó describiendo el conflicto colombiano como una derivación del tráfico de drogas y comentando sobre las políticas del nuevo gobierno nacional respecto a la lucha contra los cultivos ilícitos:

“Como usted puede ver ahora no hay aspersión de químicos, lo cual nosotros sí  hacíamos. ¿Sabe cuántas hectáreas de coca fumigamos bajo mi mandato?”

Desde la audiencia le preguntan al general Moore por las denuncias en materia de derechos humanos ante estos procesos de erradicación de cultivos. Moore responde:

“Lo que trabajamos como policías está muy relacionado con el respeto al ser humano”.

Respuesta que no pareció muy convincente para alguna sector de los asistentes.

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A continuación se dirigió a la audiencia, Jesús Alberto Capella, ex secretario de seguridad pública de México, un país con unas características similares a la colombianas, en el origen y la naturaleza del conflicto, sobre todo en lo relacionado con el tráfico de drogas.

“México tiene 1400 corporaciones policiales, de esas 300 tienen un desarrollo aceptable. El resto apenas si puede hacer acto de presencia y no tiene ningún control del estado en el día a día”.

También se mostró muy crítico con el tráfico de influencias en el cuerpo policial:

“Además, hay temas de compadrazgo, donde no se eligen. las personas indicadas sino a amigos o a deudores políticos”.

Identificó también un problema con la policía militar, la cual ha salido a las calles mexicanas ante la incapacidad de la policía de controlar la situación de orden público:

“La policía militar es un tercer actor que entra al ruedo, con ella se gana presencia estatal pero se pierde control policial, se pierde unidad en la fuerza pública”.

Para agregar finalmente:

“Se nos evalúa en función de los homicidios, no de otro delito. Curiosamente, ese no es el delito que más impacta en la sociedad, que es el secuestro y sus derivados: Las extorsiones en México son parte de la cultura del miedo. Se está convirtiendo en un subgobierno, que se ha exportado lastimosamente”.

Aquí el exministro mexicano hizo un análisis sobre la incidencia de ciertas bandas colombianas en el estado de inseguridad en México:

“También se importó el gota a gota, que no se respalda el préstamo con una propiedad si no con la vida del deudor. Estas empresas criminales, por ejemplo, están lideradas por colombianos. Pero lo que más impacta es el robo en las calles, por ejemplo. Un delito de baja latencia que poco a poco va acabando con la sensación de seguridad en las calles”.

Volviendo al tema de los acuerdos de paz, Villatoro recordó que si no están respaldados por una verdadera voluntad de justicia social pueden convertirse en un instrumento de extorsión política:

“Mire, claro que hay que controlar el poder militar del gobierno, porque pueden convertirse en excusa para el crimen de estado.  Como ya mencionaba, hace unos años en El Salvador si alguien decía que alguien era de izquierda o algo así iban a su casa y lo mataban o lo arrestaban. tras esta etapa de exterminio político se llegó a una de venganza: Ojo por ojo diente por diente, si ellos nos matan 5 nosotros les matamos 5”.

El exministro mexicano Luis Alberto Capella, fue algo crítico con el proceso de El Salvador en este contexto, precisamente por los posibles excesos por parte del estado:

“Tengo sentimientos encontrados por lo que pasa en su país, El Salvador. Debo reconocer que han implementado una política en defensa de la vida de los ciudadanos. De pronto lo que nos falta en México es arriesgarse a tomar políticas que sean polémicas. Comparto el sentimiento del ex general Moore en el miedo a ciertos excesos, es lo que se pondera al final, sin importar los medios. Nosotros tenemos que convivir con esos organismos internacionales, deben abrirse y compartir su visión”.

El mexicano continuó tratando de entrever el origen de la inseguridad en el país norteamericano:

“Los victimarios del presente fueron las víctimas del pasado: no tuvieron apoyo en su niñez y encontraron en las pandillas un sentido de pertenencia. Nos preocupa el tema de derechos humanos que se derive de esta ofensiva”.

Entrando ya en lo jurisprudencial, el abogado Morales pregunta cómo cambiaron el sistema judicial de El Salvador:

“Enfrentar el fenómeno de las pandillas fue determinante. En esta guerra se lograron alinear las tres ramas del poder: ejecutivo, legislativo y judicial”.

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¿Cómo logró El Salvador reducir los niveles de inseguridad?

“Los políticos salvadoreños vivieron muchos años de la violencia y sangre. Nunca nos dijeron que no teníamos las herramientas jurídicas y tecnológicas para enfrentar a las pandillas. Por eso están en contra de lo que hace el presidente Bukele”.

¿Qué mueve el crimen en El Salvador?

“El problema es la droga, es lo que mueve todo. El narcotráfico internacional es muy poderoso. Vivimos en carne propia lo que es estar sometido por terroristas por culpa de esta financiación”.

Para finalizar el encuentro, se dio paso a preguntas por parte de los asistentes. La más representativa llegó de mano de un representante del gremio de los taxistas, que describió los peligros a los que su gremio se expone a diario, en el marco de la situación de seguridad en Cali. Ante esto, el ex general Moore replicó que la Policía Colombiana estaba siempre dando su mayor esfuerzo para controlar las calles, pero que faltaron voluntad política y recursos por parte del gobierno central.

También se escucharon críticas al modelo salvadoreño, respecto a la violación de los derechos humanos:

“Parece que en El Salvador tener tatuajes es un delito”.

A lo que Villatoro respondió:

“Lo primero, individualizar a los pandilleros, sin importar si se tapaban el tatuaje ya sabíamos quiénes eran y dónde estaban. Cuando fuimos a arrestarlos ya estaban procesados, no fue algo al azar ni por cuestiones estéticas”

Con esta declaración se dio fin a un encuentro que estuvo marcado por una visión variopinta de la situación de inseguridad generalizada en América Latina, desde la óptica de tres funcionarios o exfuncionarios que han protagonizado la lucha estatal contra este flagelo.

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