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Editorial
Ha anunciado el Presidente de la República, el proyecto de ley de nueva reforma tributaria, después haber paralizado el país durante dos meses en la hecatombe social, crisis de la que no hemos salido y ahora estamos obligados a equilibrar las finanzas públicas. Este proyecto fue concertado con los congresistas y muchos sectores económicos, logrando en principio la factibilidad en el Congreso y encima de la necesidad de país. No tiene nada estructural, económicamente se llega a $12.5 billones y carece de ataques económicos a los estratos 1, 2, 3 y 4.
Hay que decirlo con claridad, el problema estructural para el próximo gobierno va a crecer y seguramente le tocara dictar una emergencia económica en el segundo semestre del 2022.
El punto de partida es proyectar la austeridad en el gasto, buscando eficiencia del Estado y la lucha de la evasión, triángulo necesario y que pocas veces se cumple y busca una no despreciable cifra de $4.6 billones.
Se fundamenta en el apoyo a los siguientes programas:
- Extender el ingreso solidario, manteniendo beneficiarios y ampliando cobertura de 200.000 hogares (pobreza extrema), con la condición de que no reciben beneficios del gobierno
- Subsidio a la nómina focalizado en las empresas de menor tamaño, menos de 50 trabajadores, ampliado hasta diciembre de 2021 (empleadores personas naturales, generadores de mínimo 2 empleos)
- Mayores recursos para el pago de matrícula de estudiantes de educación superior pública garantizando su acceso.
- Estímulos y alivios a los deudores del Icetex.
- Incentivos para la contratación formal, especialmente jóvenes de hasta 25% del salario mínimo.
No cometerá el error de cambiar el IVA, ni poner a tributar las pensiones, ni la clase media con otros impuestos. De esta manera el presupuesto de los nuevos tributos es de $16 billones, con un gasto para el próximo año de $9 billones por pandemia.
Habrá una sobretasa al sector financiero hasta el año 2025.
De entrada la ANDI y el Consejo Gremial dieron el respaldo al proyecto de reforma tributaria y no pocos congresistas.
Impuestos a las empresas proyectan recaudar $4.6 billones y la sobretasa financiera temporal de 3 puntos hasta el 2025 con un aporte de $392,000 millones.
$7.8 billones serán para los más vulnerables y la ampliación de ingresos solidarios alcanzaría a 731.000 personas colombianas en pobreza extrema y de esta manera se puede llegar a 3.3 millones de personas.
Buscan financiar el 50% del déficit operacional de los sistemas de transporte masivo.
Todo mundo sabe que será una medida transitoria, pero se requiere una verdadera reforma tributaria que resuelva el mediano y el largo plazo. Hay un consenso mayoritario para su aprobación.
