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Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.
En la actualidad el alcalde de la ciudad ha presentado a la consideración del Concejo distrital un proyecto de acuerdo con el cual aspira a recaudar unos recursos para supuestamente resolver el déficit existente entre el valor técnico de la tarifa que cuesta transportar a un usuario del MIO equivalente a $5.202 y el valor que se paga por cada pasaje que es de $2.400. Circunstancia esta que ha generado una deuda de 80 mil millones de pesos que Metrocali debe pagarles a los operadores del MIO. Para disminuir el mencionado déficit y la deuda contraída además de ampliar la cobertura del sistema para prestar un mejor servicio, el alcalde ha propuesto nueve instrumentos financieros entre los cuales están la prórroga hasta el año 2045 del cobro a la sobretasa a la gasolina y del cual se utilizará un porcentaje para la adquisición de una nueva flota de buses que permitirá reducir los costos operativos del sistema a todo lo cual debe agregarse el cobro de la tasa por congestión que vienen pagando algunos caleños que circulan durante los días que tienen “pico y placa” y que en adelante podrán continuar haciéndolo, pagando la suma de $37.589 diarios para poder circular sin restricciones y con lo que se supone podrá incrementarse el recaudo por dicho concepto y así poder resolver los graves problemas que afronta el MIO en su conjunto atravesado por una crisis estructural que no podrá resolverse con medidas coyunturales como las contenidas en el proyecto de marras, en tanto perduran las causas reales que alberga el sistema que lo han conducido desde un principio al fracaso y a la quiebra total.
Otros de los instrumentos que se prevén podrán considerarse como fuente de recursos para el MIO consiste en aprovechar la publicidad que se realiza a la par con la utilización de las terminales y estaciones para desarrollar una serie de actividades relacionadas con la prestación de diversos servicios en favor de los usuarios en general.
Estas iniciativas poco o nada contribuirán a sacar al MIO de la crisis económica, financiera y operativa en que se encuentra, al tiempo que continuarán agravándose los problemas que lo llevarán a su liquidación definitiva.
Siendo esta última opción la peor de todas, no sobra agregar que la responsabilidad por la dirección y manejo del sistema corresponde no solo a sus administradores sino a sus operadores que inicialmente se dejaron seducir con los cantos de sirena de los vendedores del sistema al estilo del verdadero intermediario del negocio en cabeza del otrora ex alcalde de la ciudad de Bogotá Enrique Peñalosa.
Desde la Veeduría que representamos consideramos que debe realizarse un balance económico, financiero y operativo del sistema de transporte masivo y tomar las acciones conducentes para rescatar lo poco que queda del naufragio del sistema, para lo cual se impone la adopción de medidas radicales que pongan fin al estado de cosas con la reestructuración del sistema en su totalidad, a partir de implementar una eventual municipalización del sistema bajo otros parámetros de funcionamiento y operatividad que permitan rescatar a los usuarios de la feroz competencia del transporte privado y de quienes abandonaron el MIO debido a la deficiente calidad del servicio que presta en la actualidad.
Y de ahí que consideremos que el proyecto del alcalde Jorge Iván Ospina, mas allá de crear una nueva ilusión en torno a su recuperación, lo que hará es aplazar su hundimiento definitivo, en tanto que se ahonda la crisis, con lo cual se causará un gran daño a la ciudad y a sus habitantes.
ADENDA: Al director, columnistas, lectores y amigos de la revista les deseamos una Feliz Navidad y un Año 2023 en paz y con salud, en la esperanza de que los colombianos y caleños podamos superar las vicisitudes que se presentan, siempre y cuando estemos conscientes de que los cambios demandan del fortalecimiento de la unidad de los ciudadanos, de sus organizaciones y de la lucha social sin pausas ni vacilaciones por el bienestar general y el cuidado de nuestras relaciones entre la naturaleza y la sociedad.
Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social
