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Editorial
El periódico impreso en el mundo y en Colombia entró en su fase terminal y su futuro desarrollo económico está íntimamente ligado con la operación digital; peor ha sido el caso de los periódicos familiares que se vendieron a empresas, caso de El Espectador, El Tiempo, La Republica, El Colombiano, etc…y para allá va El País, como tabla de salvación.
Ya los diarios impresos no se pueden sostener por publicidad, perdieron la penetración ante la comunidad tanto en lo empresarial, comercial y político y la causa de todo igualmente es el mundo del Internet.
Y el periódico de Cali OCCIDENTE es ejemplo de reorganización empresarial, digital, comercial y social, hasta el punto de tener varios años utilidades; y eso se hizo con un criterio de país desarrollado, donde primó el alinearse en el mundo orbital en que nos encontramos, la tecnología , la productividad y un verdadero sacrificio de atender cada negocio con cierre financiero y una nomina ajustada a un presupuesto de mínimos “ minimorums”
El Tiempo fue vendido a tiempo para servir intereses económicos de alto nivel, guardando el modelo periodístico y El Espectador, después de varias transformaciones administrativas, comerciales y tecnológicas, mantiene un liderazgo de intelectualidad informativa
El Colombiano mantiene cifras de lecturabilidad, penetración regional y liderazgo temático en varias áreas, que es encomiable.
Las redes sociales acabaron con la influencia de la prensa del papel y los periódicos se han dedicado a publicar las noticias en Twitter y en las redes, para poder estar de protagonistas de la información.
Ya no hay diferencia prácticamente entre la información que producen los periódicos y la comunicación que tienen las redes sociales, pues que en la práctica según el mercado es lo mismo y las redes son más inmediatas. Todo por el número de horas/ persona que están en redes sociales y la información que generan los periódicos es más lenta.
La construcción importante es que en las redes no se hace una información de fondo y en ellos los periódicos deben caracterizarse, de tal manera que pueda construir un buen periodismo, por supuesto que en multimedia y en Internet.
Se acabó el poder político, económico, social y empresarial que generaron esos diarios, algunos centenarios ó casi centenarios. Bienvenidos al nuevo periodismo
