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Ana Lucia Arango M
A nivel económico tenemos un panorama incierto, la invasión de Rusia a Ucrania, la alta inflación mundial, la desaceleración de las principales economías hacen parte de este panorama incierto a nivel económico. Difícilmente podemos imaginarnos un país no afectado por la escasez de fertilizantes, altos precios de los alimentos o una crisis energética por la guerra. Pocas regiones no tuvieron alta inflación. Como respuesta a esto, la reacción de los bancos centrales reaccionaron: EEUU subió la tasa de interés de 0.25% en marzo de 2022 y a 4.50% en diciembre del 2022; el Banco Central Europeo subió 50 puntos básicos, quedando en 2.50%; el Banco de Inglaterra la subió en 50 puntos básicos, ubicándola en 3.50%; el Banco Central de Noruega a 2.75% y el Banco de Suiza la subió en 50 puntos, dejándola en 1%. Colombia no fue la excepción y la tasa de referencia que a finales del 2021 era de 1.75% creció el 5.800% llegando al 12%. La herramienta principal que han utilizado los bancos centrales de medio mundo para bajar la inflación ha sido subir las tasas de interés, encareciendo el costo del dinero, lo que a su vez afecta al crecimiento económico.
La subida de las tasas de interés de los bancos centrales para combatir la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania continúan lastrando la actividad económica.
Según el FMI, en 2022 la economía mundial habría crecido 3.2% frente a un pronóstico de 4.4%. Estados Unidos habría crecido 1.6% en 2022 y se esperaba un 3.3%. China habría crecido 3.2% y se preveía un 4.7%. En América Latina la proyección fue de 2.9% y el crecimiento habría sido de 3.5%; en Colombia, el diagnóstico fue 5.8% pero por revisiones al alza el PIB habría crecido entre 7% y 8%
Colombia se ha caracterizado por contar con indicadores de estabilidad que se acercan a los parámetros internacionales. Sin embargo en los años 2020, 2021 y 2022 nos alejamos de esta tendencia favorable. La inflación del 12% supera con creces la inflación objetivo y es superior a la inflación mundial del 9.1%.
El último informe del documento Boston Consulting Group (BCG), prevé que el comercio mundial crecerá un 2,3% anual hasta el 2031, lo que representa 2.5% menos para el aumento previsto antes en la economía global. El comercio mundial en la próxima década mostrará un ritmo más desacelerado frente al producto interno bruto (PIB) global, hecho que producirá cambios en los patrones comerciales tradicionales.
El informe del Boston Consulting Group prevé que el comercio entre la Unión Europea y Rusia se reducirá en unos 262.000 millones de euros durante el periodo de 2023 - 2031, en la medida que entren en vigor las sanciones occidentales contra la nación rusa y en el momento que Europa abandone su dependencia del petróleo y gas rusos. Adicionalmente, se estima que el comercio entre EEUU y China disminuirá en 63.000 millones de euros hasta 2031.
Se proyecta que el crecimiento mundial registre un descenso estimado de 3,4% en 2022, a 2,9% en 2023, para luego repuntar a 3,1% en 2024. El pronóstico para 2023 es 0,2 puntos porcentuales más alto que el vaticinado en la edición de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO) de octubre de 2022, pero inferior a la media histórica (2000–19) de 3,8%.
Se prevé que la inflación mundial disminuya de 8.8% en 2022 a 6.6% en 2023 y a 4.3% en 2024, niveles aún superiores a los observados antes de la pandemia (2017-2019) de alrededor del 3.5%.
