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Redacción.
El problema político gigante que se está armando en el hemisferio occidental no es de poca monta, indudablemente el hecho que Trump no hubiera aceptado la derrota, hubiera puesto a sus partidarios a sublevarse en Washington, tomarse el Capitolio y generar ese caos en la primera nación del mundo, fue un mal ejemplo para el patio trasero. Y ahora está liderando las encuestas y gana la presidencia o pone el primer presidente, porque se tomó completamente el partido republicano, sus contradictores lo respetan al interior del elefante.
En Perú la dispersión de los candidatos hizo que ganara el presidente Castillo y ahora tiene el Congreso en contra, y en el 2022 le llegará su destitución.
Nicaragua, gran parte del mundo occidental no acepta el triunfo del comandante Ortega, quien tiene de principales contradictores a sus camaradas de ayer.
Brasil, medio país no acepta a Bolsonaro y ahora se enfrentará con su principal rival Lulla, y las elecciones están en duda por el sistema electoral.
En Chile, fracasaron todos los partidos de centroizquierda y centroderecha, y la opción está entre la izquierda radical y la derecha radical, en campaña ambos se suavizaron, pero el resultado lo sabremos esta noche.
En Argentina, algo inédito para Colombia, hasta la ley de presupuesto del año 2022 la derrotaron electoralmente en el Congreso de este país y hay mucha incertidumbre económica, social y política, entre la familia Kirchner (antiguo peronismo) y el resto del país.
Colombia, tiene 3 coaliciones grandes , de donde saldrá el ganador, pero Gustavo Petro que lleva de candidato 5 años, no supera el 25% de las encuestas, sin embargo se afirma que se va a posicionar el 7 de agosto de 2022 y que va a ganar hasta en la primera vuelta. Y esto radicaliza el resultado, lo que afectará el clima post electoral
Todo esta polarización en los países, indudablemente lleva a una gran disputa post electoral, que afecta nuestro desarrollo social y por supuesto el económico. Aunque el 13 de marzo se van a decantar los candidatos y va haber un triunfo apabullante desde el punto de vista de respaldo congresional del equipo Colombia, con un resultado muy bueno de centro esperanza y de pacto histórico, la polarización continuará y esa seguirá siendo una gran debilidad post electoral de Colombia.
