El mundo está al borde de la mayor catástrofe militar

Por Jean Nicolás Mejía H |
559
* Jean Nicolás Mejía H.
 

Los nostálgicos recuerdos de la dominación soviética siguen frescos en Europa Oriental, después de los infructuosos acercamientos diplomáticos entre Rusia y Occidente, que buscaban relajar las tensiones derivadas del incremento de la escala militar rusa en Ucrania en los pasados días.

Sin embargo, el escenario político internacional dista mucho de aquellos días. Las convenciones y los tratados internacionales actuales dibujan la política exterior internacional cooperativa, y la modernización de los ejércitos y del armamento limitan el accionar militar de los países, puesto que una inminente guerra supondría la destrucción nuclear. En consecuencia, una incursión militar sin una justificación política tendría graves consecuencias a nivel internacional.

Rusia entiende esto y por ello mantiene un discurso histórico en la zona de Crimea, exacerbando y aprovechando las raìces culturales e històricas que comparten la mayorìa de habitantes de esta regiòn con el gigante asiático ( Ucrania pertenecía a la Unión Soviética) para consolidar sus planes de anexiòn del territorio y control marítimo de la región, todo sin una relativa invasión militar (a pesar de que mantiene aproximadamente 100 mil efectivos militares en la región) algo que el propio gobierno ucraniano ya ha condenado y denunciado a nivel internacional.

Pero las intenciones de Rusia van más allá de la anexión del territorio ucraniano de Crimea. Para Alexander Vindman, Ex Director de de  los Asuntos Europeos del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU y Dominic Cruz, Investigador asociado del Instituto Lawfare, las intenciones de Putín van hasta el desmantelamiento completo “de la arquitectura de seguridad Europea posterior a la Guerra Fría, y una revisiòn de los acuerdos internacionales fundamentales que rigen los derechos de autodeterminación de los estados”, y esto es algo que teóricamente, desde la perspectiva occidental ( EEUU y sus aliados), es inconcebible.

Cancilleres de USA y Rusia
Antony Blinken (izq.) y su par ruso Sergei Lavrov en Estocolmo

Y para ello, la lectura que hace Rusia del sistema internacional actual es entonces bastante acertada. La escalada militar en Crimea, así como sus intenciones políticas de declarar al territorio como anexo a la nación, son acertadas. Por un lado, las Organizaciones polìticas militares como la OTAN, están quedando relegadas de sus funciones internacionales ( ha sido prácticamente inutil en el conflicto ruso-ucraniano). Y por otro lado, Rusia ha aprovechado la debilidad geopolítica de occidente, condicionando a Europa a un suministro energético dependiente y aprovechando la debilidad geopolítica del gobierno de Biden para ganar protagonismo y hegemonía internacional.
 
El papel de Estados Unidos

Mientras Rusia aprovecha las ventajas que las dinámicas del sistema internacional le ofrece, Estados Unidos recién sale del desastre político que dejó Trump, y que Biden aún no logra maniobrar inteligentemente, al menos en materia de política exterior. Ad portas de su primer año de gobierno, y luego de manejar un discurso impecable que auguraba el líder que necesitaba el gigante norteamericano para consolidar una nueva era dorada en materia de relaciones internacionales, la experiencia política de Biden no ha sido suficiente, y sus directrices han sido catalogadas de cautelosas  y convencionales.

Ucrania

Tal vez ha marcado un relativo acierto con el retiro de las tropas en Afganistán, pero no ha podido  liderar en la región latina, el tratado AUKUS ( EEUU- Reino Unido y Australia) no ha logrado proyectar la suficiente soberanía y presencia norteamericana en la región del asia pacífico, la guerra comercial con Europa no ha evolucionado y no tiene mayor injerencia en los asuntos internacionales en general.

Estados Unidos puede verse entonces en una posición incómoda y de desventaja, pues el aumento de las tensiones en Ucrania activaría el artículo 5 de la carta de la OTAN, que infiere el apoyo militar por parte de los aliados  como EEUU) a las situación de Crimea, o por el contrario verse en la necesidad de replantear la relación de la Organización con Rusia, y en general de todas sus directivas, en lo que sería una reconfiguración de las lógicas políticas y militares desde la Segunda Guerra mundial. De una manera u otra, Rusia terminaría ganando. 

El mundo está al borde de la mayor catástrofe militar desde la Segunda Guerra Mundial

*NR: Ustedes creen en la foto de Antony Blinken y Sergei Lavrov en Ginebra, en negociaciones para apaciguar la crisis en Ucrania?

Búsqueda personalizada

Caliescribe edición especial