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Redacción
A pesar de que el distrito de Santiago de Cali ha hecho un esfuerzo para controlar las invasiones, lo único cierto es que se avanza agresivamente en todos los puntos cardinales, especialmente en la ladera y en el oriente de la ciudad, afectando los ecosistemas por invasión informal de predios del municipio de Cali y de particulares. Todo porque el estado, gobiernos nacionales y municipales, no atienden suficientemente la problemática de la vivienda para los estratos 1 y 2.
La Subsecretaría de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría de Seguridad de Cali, con la Policía Metropolitana, no da abasto de las solicitudes de desalojo o restitución de predios, todos en proceso de construcción con asentamientos de personas que ocupan irregularmente esos inmuebles y que también tienen fuerte connotación ambiental.
Mafias y administración insuficiente
El distrito de Santiago de Cali no tiene la estructura administrativa suficiente, ni los inspectores y corregidores tienen la dinámica y la fuerza para detener esa mancha invasora de comunidades por asentamientos. Ellos destruyen el suelo, la fauna, contaminan el bosque y afectan la propiedad pública y privada, donde se toman áreas protectoras de canales, de ríos, de zonas forestales, haciendo conexiones de aguas fraudulentas, pozos sépticos y haciendo cultivos de pancoger, para materializar su invasión. Los inspectores de policía que dependen de la alcaldía no tienen vehículos, ni motos, ni el suficiente personal de policía para atender los requerimientos de la comunidad.
Y son poderosas mafias que ocupan irregularmente predios, que tienen líderes de invasión con intereses económicos y políticos, que promueven invasiones grandes y lotean terrenos, poseen una logística organizada con herramientas como machetes, palas y elementos para destruir cercas, etc. y por supuesto construir cambuches, de madera, con habilidad se conectan a servicios públicos, especialmente de energía, a través de operarios expertos.
Y hay nexos con bandas delincuenciales, que les dan protección militar y al mismo tiempo les sirven para el negocio de las armas y de las drogas, con conexiones en Jumbo, en Jamundí y en el norte del Cauca.
Los valores de los lotes no bajan los $ 4 millones, sin ninguna titularidad. Adicionalmente, los funcionarios de la alcaldía son amenazados, tanto inspectores de policía en el área urbana como corregidores en el área rural.
A la Administración de Cali, de por vida, le ha quedado grande el manejo de las invasiones, que según el reporte tanto de la Secretaría de Seguridad como la de Vivienda, los asentamientos subnormales superan las 280, según la Subsecretaría de Acceso a los Servicios de Justicia.
En las comunas 13,14, 15 y 16 , en la 1 , la 2 , 18 , 20 , altos y bajos de Aguacatal, hacia la ladera, el avance es continuo…….
12 años del gobierno nacional y nada
Indudablemente todo se debe a los últimos 12 años del gobierno nacional, dedicadas a la vivienda gratuita, cuando esta es muy costosa, construida por particulares (constructores) y al programa “Mi Casa Ya”, que no llega a las verdaderas necesidades de los estratos 1 y 2.
La demanda, por ser Cali epicentro del desplazamiento del área del Pacífico, del Cauca, de Nariño principalmente, la única manera es tomarse un pedazo de terreno que no tiene ninguna posibilidad de servidos públicos pero que al paso de las décadas se convierten en urbanos.
Solamente es observar el gran negocio del transporte de jeeps a la zona de ladera, por ello, Cali crece, se hincha ilegal e informalmente, gracias a la dinámica de propietarios vivos, urbanizadores piratas y clandestinos, con su magia del loteo.
