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Redacción
“Indiscutible: Cali es la capital mundial de la salsa”, gritaba a todo pulmón Esteban Lucumí, mientras agitaba en su mano derecha la programación completa del XVII Festival Mundial de Salsa Cali 2022, que se desarrollará en la capital vallecaucana del 26 al 30 de octubre en las instalaciones del Coliseo El Pueblo, de manera gratuita.
Previo a las competencias nacionales e internacionales, donde participarán más de 4.000 artistas de 23 países en diferentes modalidades, se desarrollará desde el día 25 de octubre la Cumbre de la Salsa, con 13 orquestas, siendo el Grupo Niche la gran atracción dentro del encuentro académico, reflexivo y práctico en el que el movimiento salsero, su proyección, procesos y legado serán ejes centrales de la discusión.
Por primera vez se abre espacio para la competencia de Baile Deportivo, el Interclubes de salsa del World Dance Sport Federation, al igual que para Bailadores, ya que anteriormente las competencias eran disputadas solo por los Bailarines. Cabe aclarar que Bailador es aquel espontáneo que se atreve a tirar paso demostrando su gracia, cadencia y sabor; mientras que Bailarín es el que practica el baile de una manera profesional, en academia y con baile ceñido a los reglamentos.
Los niños también tendrán su propia competencia, al tiempo que la familia disfrutará de shows en vivo, vieja guardia, clases de baile, noches de rumba social con salsa, timba y las viejotecas y salsotecas de Cali, dispuestas en el Coliseo El Pueblo y en la Caseta de los Actores de la Salsa, dentro de las mismas instalaciones, donde la gastronomía y el mecato caleño son otros alicientes para este dulce encuentro.
Cali está en modo salsa
Hoteles, academias de baile y casas de amigos se han convertido en espacios para que los anfitriones orienten a bailarines de Japón, España, México, Suiza, Guatemala, Estados Unidos, Brasil, Panamá, Trinidad y Tobago, Ecuador, El Salvador, Puerto Rico, Venezuela, Costa Rica, Francia, Italia, Argentina, Chile, Turquía, Perú, Cuba, Eslovenia y 17 ensambles musicales de Venezuela, Puerto Rico, Estados Unidos y Colombia.
De allí que por todos los rincones de la capital vallecaucana se vean trajes de lentejuelas, coloridos zapatos de charol, sombras, gomina y extensiones que cobran vida con solo escuchar el 1, 2 3…la clave, el güiro o la campana.
