Alcalde-Concejo, nefasta gestión para el desarrollo de Cali

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Editorial

Si, como lo puede leer, el problema de Cali ha sido y es que es binomio alcalde (Armitage) y el Concejo municipal de Cali, han desarrollado y desarrollan una gestión nefasta para el desarrollo de Cali, pues lo van a entregar al próximo alcalde y cabildo municipal, totalmente inviable en lo económico, fiscal y lo social. Todo esto por el incumplimiento de normas y la falta de tomar decisiones por el interés general, pero ante todo por no trabajar con la verdad de lo que pasa en el municipio. La democracia con el municipio de Cali no se fortalecen, sino que se cierra y en vez de consolidar los espacios de participación social, también se dedican exclusivamente a sus intereses particulares, en su gran mayoría. La democracia representativa de Cali, realmente no existe, en su gran mayoría es producto de una nómina burocrática que genera una votación. Pero los culpables son los ciudadanos, que no participan y que no votan. La abstención en la ciudad supera el 50%.

El Concejo ha demostrado reiteradamente temas que tienen que ver con Emcali, MIO, con las 21 Megaobras, con Jarillón, con el corredor verde, con ciudad paraíso, con el POT, con el medioambiente, etc, que no representa los intereses de los  ciudadanos, y como sujetos de derechos y deberes, su actuación no ha permitido lograr medianamente un buen gobierno, ni la gestión de desarrollo del municipio.

Esto ha hecho que sus niveles de legitimidad frente a la ciudad son muy escasos. Pare a un concejal en una reunión gremial, empresarial o social de muy buen nivel, y no es un personaje. Definitivamente el problema Concejo es que no tiene buenas prácticas legales y administrativas y por ello no cumple los fines del municipio y no es garantía de los derechos de los ciudadanos.

Reiteramos el problema es de los ciudadanos que no se meten a elegir de manera responsable a sus representantes, ni asisten, ni intervienen en las convocatorias que hace el municipio.

Por ello los cabildantes no velan por el bienestar colectivo y lo que hacen es controlar burocráticamente a la administración, pero no políticamente.

El alcalde, no es si no revisar todos los proyectos que Caliescribe ha denunciado, simplemente llega a acuerdos con los concejales para su fortalecimiento político y personal y desde allí derrumba las funciones constitucionales del cabildo, ampliamente determinadas en la Constitución del 91 y por ello su papel en la gestión pública municipal es nefasto.

El mayor problema, donde los alcaldes se tapan los ojos o coparticipan de esa acción, es que un grupo de cabildantes se apodera de la contratación municipal o mejor de las grandes licitaciones públicas y allí está el cogobierno entre el alcalde Armitage y la mayoría de los cabildantes.

¿Porque se da esto?, porque el alcalde Maurice Armitage ejerció prácticas no santas para conquistarse los 12 concejales, con esa misma contratación del municipio que se la puso a su servicio el alcalde Rodrigo Guerrero y con recursos privados, ahora necesita sacar sus iniciativas municipales, como por ejemplo el subsidio para el MIO, totalmente ilegal, luego tiene que permitirle esas labores no santas a los cabildantes. Es allí donde el ciudadano, debe participar activamente en las próximas elecciones, a elegir el mejor binomio alcalde – Concejo.

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