El nuevo confinamiento en China

Por Jean Nicolás Mejía H |
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* Jean Nicolás Mejía H.

China vuelve a completar una de sus semanas más difíciles desde que empezó el Covid hace dos años. El encierro en las principales ciudades como Shangai, con 25 millones de habitantes no solo refleja la crisis que vive el gigante asiático (y que está pasando desapercibida a los ojos de la sociedad internacional), sino de la dependencia comercial y económica que tiene el mundo hacia el país del sudeste asiático. 

El confinamiento total -una medida altamente controversial del gobierno chino para mitigar el brote de la variante omicron- de Shangai no solo ha afectado al sistema financiero internacional, sino al sistema comercial también, pues la ciudad es uno de los puertos marítimos más importantes del comercio internacional y el encierro ha dificultado la llegada de los camiones que tienen que transportar las mercancías por carretera desde y hasta el puerto.

El nuevo confinamiento en China

Las medidas restrictivas en la ciudad afectan directamente la movilidad entre el flujo saliente y entrante del puerto de Shangai, haciendo que haya una reducción del 30% en la productividad logística. Este es un puerto que en solo 2021 representó el 17% del tráfico de contenedores de China y un aproximado total del 30% de las exportaciones del país, consolidándose como el puerto más importante para su economía y para la economía global. Ha sido el puerto más grande del mundo en los últimos 10 años. 

A la vez que las restricciones impiden el movimiento por carretera para transportar contenedores, la falta de personal en los puestos portuarios que se encargan de fletear la llegada de barcos es importante,  por lo que hay una acumulación de barcos enfrente de la costa y en los canales aledaños esperando autorización para encallar y descargar. Aquella mercancía que ha sido descargada se encuentra congestionada y varada el puerto por la falta de vehículos terrestres disponibles, por lo que la cadena de suministros se interrumpe ocasionando un efecto en cadena de cara a la economía interna (escaseo de productos en las ciudades chinas -agudizando el confinamiento-) y un impedimento generalizado para las exportaciones. 

El nuevo confinamiento en China

Para la Cámara de Comercio de la Unión Europea es un síntoma de alerta la poca disponibilidad de personal de transporte terrestre, pues mucha de la mercancía a importar se encuentra estancada en las fábricas y por tanto no puede llegar a su destino. Según estimaciones de la propia organización en las carreteras de Shanghai hay un 50% menos de camiones moviendo la mercancía a exportar hacia el puerto.

Mucha de la mercancía que sale de este puerto son electrodomésticos como lavadoras, aspiradoras, paneles solares y textiles, elementos que son exportados principalmente a Europa y Latinoamérica. El estancamiento de estas materias ocasiona en los países importadores cadenas de suministros más tensas, flujo de importaciones lentos y aumento generalizado de la inflación local. 

Es probable que la interrupción en la cadena de suministro se extienda a nivel global en un periodo entre 3 a 6 semanas y que golpeen fuertemente la economía en el tercer trimestre del año, por lo que la solución más rápida es una reconfiguración de  las rutas de importación/exportación. De hecho, algunas empresas transportadoras han anunciado que sus barcos no pararán en el puerto de Shanghai para agilizar el transporte marítimo, lo que a su vez genera una caída en el mercado local chino y pérdidas importantes a nivel de inversión.

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