Valor de las promesas electorales

Por Luz Betty Jime… |
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Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.


Muchas son las promesas que van y vienen de los candidatos con ocasión de la campaña electoral para ocupar el cargo de presidente de la república y que los ciudadanos tendrán que examinar con cuidado, con el fin de no dejarse ilusionar con su presentación en cuyo trasfondo se esconden los verdaderos problemas económicos, políticos y sociales del país.

En esta oportunidad los potenciales electores deberán preguntarse por qué bajo el mismo sistema económico y político de siempre, los inmensos beneficios que se obtienen del trabajo de millones de hombres y mujeres no sirve de base material para que se puedan satisfacer sus necesidades en salud, educación, vivienda, trabajo, seguridad, etc., en tanto que un número reducido de personas viven ostentosamente y sin mayores problemas, acumulando cada vez mas riqueza  producto de la especulación y de la apropiación de los frutos del trabajo ajeno. 

Está claro que el bienestar social depende en gran parte del crecimiento y desarrollo económico puesto que cuanto mas se produce, mayor cantidad de bienes y servicios se les puede entregar a cada habitante, propósito este que no se cumple en nuestro caso en donde de los aproximadamente 50 millones de habitantes, trece millones continúan en la pobreza y en el concierto general de los países de la región ocupamos unos de los puestos mas deshonrosos en materia de desigualdad social.

Por supuesto que dicha situación obedece a diferentes causas que es necesario analizar sin apelar a los sofismas de distracción y a las explicaciones fantasiosas de algunos candidatos que plantean toda clase de soluciones que no tienen por objeto erradicar las causas de los fenómenos indeseables ni remover los obstáculos que impiden avanzar hacia un verdadero cambio social.

Es obvio que los problemas de la pobreza y de la desigualdad social no obedecen simplemente a los procesos de desaceleración de la economía nacional, o de la desindustrialización del país o del atraso del sector rural, o de la reducción del consumo que hace que la producción se reduzca y aumente el desempleo, o a la falta de innovación tecnológica y de emprendimiento para lograr que nuestra economía sea mas productiva y competitiva. Desde luego que todos estos factores influyen de alguna manera en el desarrollo de la economía y bienestar social. Sin embargo, el hecho real es que lo que se produce en el país con base en el trabajo de millones de personas se distribuye en forma desigual con lo cual aquellas tan solo perciben una mínima parte de la riqueza social y como tales continúan siendo pobres o temen volverse cada vez mas pobres, en un país en donde aumenta la concentración de la riqueza en poder del capital financiero nacional e internacional.

Alguien preguntaba alguna vez por que existen pobres en el mundo y en Colombia y finalmente le respondieron: “por qué también existen ricos que solo viven para acumular y aumentar sus riquezas”. A todas estas personas solo les preocupa que los precios de los productos, bienes y servicios con los cuales inundan los mercados para su venta, se mantengan en alza permanente a fin de incrementar sus ganancias motivadas en fin de cuentas por el móvil egoísta e individualista que impulsa sus actos.

La sociedad de la “justicia social, la paz, la democracia y el bienestar general” de que tanto se habla y se promueve desde el gobierno no es precisamente la que se está construyendo en el país y no se construirá sin la participación del pueblo colombiano, quien debe exigir a sus gobernantes asegurar la igualdad social y el trabajo, además de garantizar la participación en la renta nacional que implica desde luego conseguir que la economía crezca y haya abundancia de bienes materiales y espirituales para distribuir entre todos y no para limitar su distribución a unos pocos como viene sucediendo en la actualidad.

Es de anotarse que los candidatos a la presidencia de la república poco o nada se refieren al fondo de los problemas sociales y prefieren mas bien discutir sobre sus afectos al tiempo que su preocupación se centra en los asuntos relacionados con la presentación de una nueva reforma tributaria que traiga consigo la reducción de los impuestos en favor del gran capital y la ampliación de la base tributaria a la mayor parte de los asalariados y trabajadores independientes o de proponer de manera demagógica la eliminación del IVA, la lucha contra el clientelismo y la corrupción o la construcción de una paz idílica en medio de una sociedad polarizada por la violencia de todo tipo.

Con la implementación de algunas de estas propuestas solo se lograran ciertos cambios en la macroeconomía del país, sin que se produzca un avance significativo en favor del pueblo trabajador de Colombia merecedor de un mejor destino y de un mayor bienestar general.


Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social

El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social

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