Verdaderos lunares urbanos…y cívicos

Por Redaccion |
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Por Benjamín Barney Caldas 

Arquitecto de la Universidad de los Andes con maestría en historia de la Universidad del Valle. Ha sido docente en Univalle y la San Buenaventura y la Javeriana de Cali, y continua siéndolo en el Taller Internacional de Cartagena, de los Andes, y en la Escuela de arquitectura y diseño, Isthmus, en Panamá. Miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali y la Fundación Salmona. Escribe en Caliescribe.com desde 2011.


En casi todas las calles de Cali hay que agregar a sus usuales muelas y culatas sus muchas “pecas”; son esas manchas de colores, a veces con letreros, que suelen aparecer en las fachadas y que aumentan por efecto de la luz mostrando su deterioro y que por la noche asustan.

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Abundan igual esos colores chillones de moda con los que algunos quieren llamar la atención de los otros

“Grafitis” las llaman, o incluso murales, pero cuya pertinencia y calidad no se discute, como si fuesen obras de arte obligatorio, pese a estar en lugares públicos cuya neutralidad estética hay que respetar, pues estos también son usados por los otros habitantes de la ciudad, y no se debería pecar contra ellos llenándolos de verdaderos lunares urbanos…y cívicos, de graves consecuencias sociales y económicas.

Abundan igual esos colores chillones de moda con los que algunos quieren llamar la atención de los otros

Abundan igual esos colores chillones de moda con los que algunos quieren llamar la atención de los otros, especialmente los restaurantes malos (los buenos se recuerdan por su atención, buen gusto y comida), pintarrajeando “sus” fachadas, igual que modifican caprichosamente “sus” andenes, como si sólo fueran suyos y no igualmente parte del espacio urbano público, es decir de todos. Y los que se continúan viendo en San Antonio pese a ya estar prohibidos, y a los que hay que sumar los enchapes pese a que igualmente están prohibidos. Sin embargo, los interiores de sus casas o locales no difieren mucho de los de sus vecinos; puro individualismo y apariencia; pura “fachada”, cabría decir-

Desde luego hay que sumar a las muelas, culatas y toda clase de “pecas”, los postes de toda clase, las marañas de cables entre ellos, y las señales de tránsito mal puestas o contradictorias, “pecas” también todos ellos, que llenan los estrechos andenes de la gran mayoría de las calles, junto con los avisos comerciales desmesurados.

Además están las fachadas sin concluir, los edificios abandonados, o en franco deterioro, o con sus fachadas llenas de aparatos de aire acondicionado y antenas de televisión, con sus balcones, cuando los tienen, cerrados con vidrio, y si tienen terrazas, muchas están mal cubiertas con cualquier cosa.

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Además están las fachadas sin concluir, los edificios abandonados, o en franco deterioro

Ni que decir de las enormes y amenazantes vallas aéreas, además casi todas con propaganda engañosa o casi, que invaden un cielo en el que ya rara vez se pueden ver en la noche las estrellas, si es que todavía hay quienes disfrutan con mirarlas junto con la luna y los amaneceres y los bellos colores del atardecer. Supuestamente esta vallas se van a reglamentar mejor en el espacio urbano público de Cali, pero lo indicado sería prohibirlas definitivamente y por no pocas razones, y en lo que hay que insistir así sea repitiéndolo tantas veces como sea necesario; justamente lo que hace la propaganda para que la gente consuma más.

“pecadas” y “pecaditos” contra la ciudad son inconvenientes, contagiosos y malignos; son “pecas” invasoras de la neutralidad que merece una obra de arte colectiva

Todas estos “pecadas” y “pecaditos” contra la ciudad son inconvenientes, contagiosos y malignos; son “pecas” invasoras de la neutralidad que merece una obra de arte colectiva, en la que sólo se deben destacar sus monumentos, sus plazas, plazuelas y parques, y sus diversos paisajes naturales en los que está ubicada. Al punto que por evitarlos en Cali hay que mirar siempre al suelo y por eso muchos no se percaten de las fachadas urbanas de las calles; y desde luego en carro no se puede ver nada diferente a los motos, carros, taxis buses y peatones que se disputan las vías infringiendo todas las normas, señales y demarcaciones a mas que muchas son incumplibles. 

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