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Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
En agradable, ameno e inteligente conversatorio, los columnistas de caliescribe.com escucharon los planteamientos de Santiago Castro Gómez. No obstante se habló de la importancia del Departamento en el contexto nacional y global, quizás lo más destacable es su referencia acuñando el término “Genesis de la izquierda”.
Los ejemplos son claros. Cuba era la más próspera isla caribeña en las décadas previas a la revolución. Si bien es cierto se requería ajustes al aparato productivo con beneficio directo a los obreros, estigmatizar la importancia del capital, la llevó a una pobreza generalizada, estimulando
la migración en precarias embarcaciones con tal de salir de la isla.
Cincuenta años después de la revolución cubana, lo mismo sucedió en Venezuela. Se debilitó el aparato productivo, cayeron estrepitosamente las exportaciones de petróleo, se empobreció el país y la población, y al igual que Cuba el éxodo de más de siete millones de venezolanos encontró refugio en otros países.
Nada de lo que se tenía anteriormente valía la pena conservar, mejorar e impulsar. La persecución al capital es sinónimo de cambio ideológico. El génesis de la izquierda es precisamente la plataforma ideológica que desconoce el acontecer previo a su llegada borrando totalmente lo positivo.
Me hizo acordar como cuando Angelino Garzón llegó a la gobernación en el 2004 e implantó la misma postura. Todo lo anterior a su llegada no servía, y a partir del momento de asumir el poder, los cambios eran fundamentales. Borrón y cuenta nueva.
En el caso de la ILV, cerró la destilería, sin justificación alguna, se perdió la venta de millones de litros y el personal cesante tuvo que ser indemnizado. La despensa de alcohol en que se había convertido la ILV se entregó a los comerciantes que desde Brasil y Ecuador importaban el producto. Hoy 20 años después, el esfuerzo de un consorcio privado suple la demanda de alcohol, entregando una pequeña participación a la ILV.
En el 2003 se había logrado apropiar, en una fiducia, el 50% del pasivo pensional. Pocos años después, el cambio ideológico obligó al desmonte de la fiducia y la apropiación se convirtió en capital de trabajo, mejor dicho en plata de bolsillo. Hoy el pasivo pensional supera los $ 100 mil millones, que año tras año tiene que pagar contra el resultado operacional.
Consideró, infundadamente, y en precarias consideraciones jurisprudenciales, dar por terminado el contrato de distribución. Muy seguramente, ese cambio, aún se debate en los tribunales.
En fin, el génesis de la izquierda, hizo trizas lo que con mucho esfuerzo se había construido.
El ejemplo parroquial es una advertencia al cambio que desde la Presidencia de la Republica, se quiere emular.
