Proyectos sin estudios y sin presupuestos reales

Nicolás Ramos G

Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP

A la topa tolondra era la expresión usada por los abuelos para indicar una obra o acción realizada sin preparación cuidadosa, a las volandas o chapucera. Esa expresión podría ser el lema del actual gobierno que hasta el momento cumple plenamente el significado de esta expresión.

Es la improvisación de los supuestos planes de desarrollo que, por la falta de una verdadera oficina de Planeación Nacional, igual departamentales y municipales, presentan proyectos sin estudios y sin presupuestos reales. Lo hemos mencionado muchas veces con las obras nunca realizadas, inconclusas o con altos sobrecostos que abundan por el país.

La improvisación también se da en las propuestas y comentarios que sin fundamento se lanzan como aquellos de que las Juntas de Acción Comunal manejen la fibra óptica de los barrios sin pensar en la tecnología, el operador y el mantenimiento que se necesita o la crítica de porque se construye sobre las placas tectónicas a raíz de lo sucedido en Turquía y Siria.

Es importante aclarar que sobre las placas tectónicas no hay nada construido, estas están en el fondo de los océanos y lo construido es sobre las placas continentales. Antes de 1912 se decía que las cordilleras se habían formado por arrugarse la tierra al enfriarse, pero ello cambió cuando Alfred Wegener presentó la teoría de la deriva continental que se origina en las dorsales marinas del fondo de los océanos, las cuales producen el movimiento de las placas tectónicas y cuando se hunden bajo las placas continentales y encuentran obstáculos, al superarlos originan los temblores. Lo que los animales sienten antes de un temblor son los ultrasonidos, inaudibles para el oído humano, originados por la presión entre las placas antes de producirse la superación del obstáculo.

Pretender cambiarlo todo, como bien dirían los abuelos, a la topa tolondra, originará más retrasos y desorden en el desarrollo del país. Nunca se puede olvidar que con un PIB de US$ 6.131 por habitante año no se puede hacer lo que hacen países con ingresos hasta 18 veces el nuestro.

Solo agregando valor a nuestros productos primarios y ampliando y mejorando nuestra educación podremos salir del subdesarrollo, pero es imposible destruyendo lo que existe y pretender reemplazarlo sin claridad y menos persiguiendo el capital que es insustituible en la creación de nuevas empresas que son las que generan riqueza y trabajo. Nadie ha podido crear una empresa, pequeña, mediana o grande, sin capital. ¿Será que este gobierno si lo sabe o es que quiere destruir todo?

Un plan de desarrollo de largo plazo, una estrategia de desarrollo al 2050 por ejemplo y una planeación nacional, departamental y de la ciudad, real y con dientes, es decir, que construya planeación como obligación real y de sus oficinas, para que tengamos proyectos con diseños y presupuestos definitivos , para que sean sostenibles.