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Nicolás Ramos G
Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP
Desde hace muchos años decimos que Santiago de Cali no crece, se hincha por los cuatro costados en total desorden, pero hoy esa afirmación se quedó corta, dado que la ciudad continúa creciendo no solo en desorden por los cuatro puntos cardinales, sino que en su interior el desorden y la anarquía crecen y así se invade el espacio público que es por ley imprescriptible y no negociable.
El Municipio tolera o fomenta, como en el caso del Barrio San Fernando, que no solo los andenes sino las calles sean ocupadas por negocios y que construcciones no autorizadas o que violaron lo autorizado se sigan construyendo, no cumple las funciones de inspección, vigilancia y control.
Fuera del total irrespeto a las normas de tránsito, es cada día mayor la invasión de antejardines y andenes por toda clase de ventorrillos e inclusive la tala de árboles de la zona verde de los andenes para construir parqueaderos.
Los “semáforos inteligentes” nunca funcionan y la congestión vehicular crece exponencialmente por el incremento de los vehículos y motocicletas para las mismas vías y estas últimas, con su indisciplina, contribuyen al desorden en las vías. Igual el civismo y la cortesía de que se enorgullecía la Capital de Cielo casi han desaparecido.
Las organizaciones que vigilan el comportamiento de la ciudad muestran que el número de los delitos, robos, asaltos, asesinatos y muertes en accidentes de tránsito sigue creciendo, lo mismo que la sensación de inseguridad. En otras palabras, la calidad de vida en la ciudad decrece día a día y las gentes tienen la sensación, por no decir la certeza, que la autoridad ha desaparecido y ellas se sienten cada día más inseguras.
Todo lo anterior indica la urgencia de un gran movimiento ciudadano para elegir un alcalde que corrija los problemas y salve las instituciones que son esenciales para su calidad de vida: EMCALI, el MIO y el cuidado de las aguas (servicios públicos, transporte y ríos) , por citar algunas. De no ser así seguiremos cuesta abajo y de la conocida antigua sucursal del Cielo por su civismo y calidad de vida pasamos a la del Infierno.
