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Por Rebeca Ampa, desde Budapest para Caliescribe
La japonesa Haruka Kitaguchi se adjudica el oro en el Mundial de Budapest en el último de sus seis intentos, cuando ya Colombia saboreaba el triunfo.
Flor Denis Ruiz se dejó la piel en cada uno de sus seis intentos en la final del lanzamiento de jabalina del Mundial de Atletismo en Budapest, pero fue con el primero, de 65,47 metros, que ilusionó a toda Colombia con la posibilidad de colgarse el oro; pero en una dramática última vuelta, fue la japonesa y líder de la temporada, Haruka Kitaguchi, quien le arrebató la medalla dorada, con sus insuperables 66,77.
Una medalla de plata, que igual le sabe bien, confiesa Ruiz a Caliescribe, ya un poco más relajada al pasar por la zona mixta (ver video). “Tenía el oro, pero gracias a Dios me siento bien. Logré además mi mejor marca, tenía 63,84 y ahora hice más de 65, así que me siento agradecida. Pudo haber sido oro, plata, bronce… igual me siento súper agradecida con Dios por este triunfo tan grande que he marcado para Colombia”, señala la flamante medallista mundial.
No ha sido una temporada sencilla para la atleta vallecaucana, quien hasta hace pocas semanas estaba entre algodones y luchando contra el tiempo para apurar su recuperación y llegar en forma a Hungría. “Apenas llevo un mes y medio de recuperación, estuve lesionada de las dos piernas y no he podido entrenar bien. Tuve el campeonato centroamericano y el suramericano. No tuve tiempo de entrenar bien, pero acá está el resultado. Los que me conocen saben que soy una guerrera”.
“Dios siempre está ahí. Estoy pasando por dificultades graves, pero acá está la medalla para Colombia, para toda mi gente, para mi familia… hubiera sido la de oro, pero cualquiera de las tres estaba bien”, añade la especialista de 32 años, quien se convierte en la primera colombiana en su especialidad en lograr una presea mundial. Y se suma al selecto “club” de medallistas planetarios, que integran Caterine Ibargüen, Anthony Zambrano y Eider Arévalo.
Respecto a lo que sintió cuando la japonesa lanzó 66,77 en la sexta y última ronda en la final, donde hasta ese momento se ubicaba quinta, con un mejor envío de 63 metros, es sincera. “De ella (Kitaguchi) se esperaba que podía ganar. Cuando alguien tiene una marca alta, sabes que en cualquier momento puede salir. La verdad no me lo esperaba, pero igual estoy feliz con mi medalla”.
Kitaguchi, de 25 años, llegaba como líder de la temporada, con 67,04, así que esta noche solo ratificó su favoritismo, aunque Ruiz estuvo muy cerca y regaló a Colombia una gran alegría, en medio de un certamen con pocas luces para la representación nacional.
María Lucelly Murillo también disputó la final en un abarrotado Nemzeti Atlétikai Központ, aunque no pudo repetir su brillante actuación de las clasificaciones del miércoles, cuando lanzó 62,72. Hoy, con dos nulos y luego un discreto tercer lanzamiento de 54,85 metros, no avanzó a la ronda de las ocho mejores, y culminó undécima.
“No se me dieron las cosas ahora en la final, pero gracias a Dios pude disputarla. Respecto a lo de la japonesa y su triunfo, hay que recordar que estos son seis lanzamientos, y hasta el último no se define nada. Feliz por mi compañera igual, porque es un triunfo más para ella, para Colombia, ya que esto que hizo es algo grande”, señala Murillo.
