Deterioro fatal de identidad de los ciudadanos con su ciudad

Por Carlos Botero |
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Por Carlos Enrique  Botero Restrepo

Arquitecto Universidad del Valle; Master en Arquitectura y Diseño Urbano, Washington University in St: Louis.

Profesor Maestro Universitario, Universidad del Valle. Ex Director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Valle (de2012 a 2015) y Director del CITCE (Centro de investigaciones Territorio Construcción Espacio) de 2006 a 2010.


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En términos coloquiales, orientar es asignar un rumbo, establecer un camino hacia un objetivo, material o simbólico

seguir un camino para obtener algo

En términos coloquiales, orientar es asignar un rumbo, establecer un camino hacia un objetivo, material o simbólico. Orientar es un verbo derivado de oriente, punto cardinal. Se puede orientar a alguien que requiere seguir un camino para obtener algo. Se puede identificar muchas aplicaciones al término. Se orienta, me oriento. Pero también puedo establecerme un norte, un punto o un horizonte hacia el cual orientar mis búsquedas, mi trabajo, mis objetivos. Oriente y norte pues son útiles y necesarios para actuar con algún objetivo.

Occidente y sur quedaron por fuera del reparto y, si acaso, al poniente le queda un saldo a favor cuando se dice que, por ejemplo, algunos países o culturas se occidentalizan parcial o totalmente. El sur sigue negado; nada se sureñiza ni nada se dirige al sur. Peor todavía, se puede decir que algo “se orienta hacia el sur” y éste punto cardinal sigue quedando como el último en la lista.

Para facilitar el manejo de la complicada trama de una ciudad en el planeamiento urbano moderno se acude a establecer una nomenclatura. Para el caso nuestro, en Cali, se asumió en algún momento del siglo XX una nomenclatura numeral que reemplazó a otra de carácter nominal. Reemplazar significa cambiar algo por algo y, en este caso de la historia caleña del siglo XX, los números reemplazaron a los nombres.

proceso de imponer la nomenclatura numérica

Quizás la Calle de La Escopeta sea el único caso que sobrevive al proceso de imponer la nomenclatura numérica. No importa que la mayoría de los habitantes de Cali no la identifiquen por no tener relación alguna con este espacio del centro tradicional. Muchos otros sí saben de qué se trata y que es mucho más que calle 6 y carrera 3 combinadas.

Pero no abundan los ejemplos de reconocimiento, de identidad. Ni siquiera los residentes del barrio Santa Isabel reconocen la calle Barranquilla; pocos del barrio Libertadores identifican la Avenida Oscar Rizo; muchos menos saben quién fue Oscar Rizo. Qué tal habitantes de todo Cali identificando la avenida Benjamín Herrera, o la Eliseo Payán, o la Alfonso Bonilla Aragón,  la de Ciudades Confederadas, la Manuel Santiago Vallecilla, la Libardo Lozano Guerrero, la Isaías Hernán Ibarra. Qué tal la Garcés Giraldo que un rector lambón de la Universidad del Valle bautizó dentro del campus de Meléndez para congraciarse con los más grandes terratenientes urbanizadores de Cali.

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Avenida de las Américas –quizás la única que se identifica todavía por tal nombre y se resiste a a dejar el espacio al de Avenida 3 Norte

La Carrera 1, antes de llamarse así, nació como Avenida Colombia y se complementó con la Avenida de las Américas –quizás la única que se identifica todavía por tal nombre y se resiste a a dejar el espacio al de Avenida 3 Norte-. El nombre de la Avenida Boyacá desapareció, aunque la avenida sobrevive, así como la Belalcázar.

desconociendo cualquier valor histórico urbano.

¿A quién le importa esta progresiva desaparición de los nombres de calles significativas de una ciudad como Cali? A nadie, pero eso significa un deterioro fatal de identidad de los ciudadanos con su ciudad. Y tiene mucho qué ver con el caos de su transformación negativa que incluye un incremento permanente de inmigrantes que se arriman a  ella por múltiples razones, incluido el desplazamiento, desconociendo cualquier valor histórico urbano.

Puede uno explicarse el pie de foto que un redactor del diario El País en esta semana muestra una esquina de la Avenida Roosevelt –Calle 6- y la denomina Carrera 6 que la remite a cualquier barrio del nororiente de la ciudad. Qué importa.

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