Recordar a Santiago de Cali, izar la bandera

Por Nicolas Ramos Gómez |
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La Independencia culminó plenamente para la América del Sur, dominada por España, con la Batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824

Nicolás Ramos G

Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP


Los caleños este próximo 3 de julio, antes de pensar en salir a contagiarse por una compra sin IVA, deben izar la bandera de la ciudad para recordar todos que Santiago de Cali fue pionera en declarar su derecho a la autodeterminación y con ello dar inicio a la guerra por la Independencia de España. Esa guerra terminó, para la hoy Colombia, en la Batalla de Bomboná, el 7 de abril de 1822, es decir que en  menos de dos años estaremos conmemorando el bicentenario de nuestra Independencia.

La Independencia culminó plenamente para la América del Sur, dominada por España, con la Batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824 en Ayacucho (Perú), con tropas al mando del General (Posterior Mariscal de Ayacucho) Antonio José de Sucre. Igual 4.000 vallecaucanos participaron en la liberación del Ecuador y el Perú.

El Comité del Bicentenario de la Independencia Vallecaucana está empeñado, ya se colocó la primera piedra en Guadalajara de Buga, en levantar un monumento de homenaje a los pioneros, hombres y mujeres de las Ciudades Confederadas o Amigas del Valle, los primeros y los últimos en la lucha por nuestra Independencia. Este monumento es de gran importancia para recordar esos héroes y su participación en la gesta libertadora y una deuda, pues todos los pueblos se sienten orgullosos de sus héroes.

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Debemos sentirnos orgullosos de nuestro liderazgo, empeño y contribución como región a la gesta libertadora

Cuando un pueblo no conoce su historia, tampoco conoce muchas de las razones de ser y de la importancia de la democracia de que hoy gozamos. Democracia que todos debemos fortalecer, respetando la Ley y sobre todos las buenas costumbres que se aprenden desde la casa. Lo importante no es engendrar un hijo, lo importante es educarlo para que sea, como decían los abuelos: un hombre de bien, cumplidor de sus deberes y respetuoso con sus semejantes.

Debemos sentirnos orgullosos de nuestro liderazgo, empeño y contribución como región a la gesta libertadora e inculcarlo a nuestros hijos, porque así fortalecemos los lazos que los unen con su tierra que es lo que constituye la ciudadanía.

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