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*Ana Lucia Arango M. / Economista
Cuando en Cali aún no hemos podido lograr la normalidad, persisten dos o tres bloqueos, pero una sensación de inseguridad por hechos que han ocurrido esporádicamente en las dos últimas semanas quemando dos MIO, y otros camiones y buscando apoderarse de algunos sitios con bloqueos, las autoridades nacionales informan que las pérdidas superan los $15 billones.
Hubo en Colombia más de 2.000 comercios saqueados o destruidos, más de 500 agencias bancarias afectadas, destruidas o quemadas, el sistema de transporte masivo de Bogotá y Medellín semi destruido, más de 230 supermercados vandalizados o saqueados, 23 centros comerciales atacados, infraestructuras urbanas de semaforización electrónica, de buses, de daños múltiples, es un representativo de lo que ha pasado en Colombia.
El número de buses de servicios públicos supera la cifra de 1.200, con 490 camiones saqueados o quemados, más de 2500 heridos y 65 muertos por ahora, con 2 policías muertos y más de 1.500 policías heridos, 400 estaciones de servicio vandalizadas, etc y adicionalmente con 25 alcaldías quemadas, casas de cultura, palacios de justicia, oficinas de tránsito, miles de motocicletas quemadas.
Y por ausencia de alimentos se informa que más de 5 millones de peces muertos, más de 17 millones de aves muertas, más de 100.00 cerdos muertos.
En cuanto a los daños en el sector agropecuario de Boyacá con la papa, de aguacate Hass, de café y azúcar es como un resumen general de esta situación.
Alguien debe asumir la cuenta de la destrucción, la protesta social y la movilización social bienvenidas, pero no haber aplaudido como muchos líderes del comité nacional del paro, prefirieron que el país se siguiera incendiando a ponerle racionalidad a ello. Son los primeros que deben recibir esta cuenta tan costosa y entre ellos Fecode quien coloca a los jóvenes del país de la educación pública al servicio de este derrumbe de un país, por ello debemos unirnos los colombianos alrededor de un gran proyecto de país.
