Cali: Una ciudad con muchos problemas sin resolver

Por Luz Betty Jime… |
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*Pablo A. Borrero V. / Luz Betty J. De Borrero 
 
Sí hay algo en que los caleños coincidimos es que frente a los problemas de la ciudad no existen propuestas realistas y concretas para resolver las afugias de la mayoría del pueblo y de los jóvenes que claman a través de la protesta por el derecho a la educación, la salud, el empleo y demás oportunidades de que gozan otras personas pertenecientes a sectores pudientes de la ciudad.

Cali: Una ciudad con muchos problemas sin resolver

En este sentido no se hace un análisis de las causas que generan los problemas y mucho menos una evaluación de la gestión de los gobernantes, al tiempo que estos continúan aplicando las mismas políticas de siempre de carácter asistencialista para los estratos socio económicos 1, 2 y 3, en que arbitrariamente han dividido a los colombianos.

Para empezar, creemos indispensable realizar una evaluación de las políticas públicas que se aplican en la ciudad desde hace 30 años, por lo menos a partir de la vigencia de la Constitución de 1991.

Cali: Una ciudad con muchos problemas sin resolver
Cali: Una ciudad con muchos problemas sin resolver

Una ciudad con tanto desempleo e informalidad y con pocas empresas productivas de la economía real, resulta difícil de dirigir y administrar en medio de un crecimiento urbanístico y poblacional que ha aumentado de manera espontánea y anárquica y del cual son responsables en buena medida quienes han manejado la ciudad durante varias décadas, permitiendo que crezcan exponencialmente sus problemas en materia de seguridad y de violencia que se han enseñoreado en buena parte de los antiguos barrios tradicionales del Cali y del Distrito de Aguablanca en donde vive por lo menos la mitad de la población caleña.

Y qué decir del despilfarro de los recursos públicos comprometidos con el aumento de las nóminas paralelas que reclaman el clientelismo y la politiquería, permitiéndoles a los dirigentes políticos reproducirse en el poder como concejales, alcaldes, o simples funcionarios públicos que actúan de consuno con contratistas del Estado para la ejecución de obras definidas bajo la figura de las denominadas “alianzas estratégicas público-privadas” o de los “contratos interadministrativos” que se suscriben entre las dependencias del ente municipal.

Si bien es cierto la pandemia del COVID-19 sirvió para revelar en toda su magnitud las condiciones de pobreza y desigualdad social predominantes en la ciudad, la protesta social como tal visibilizó dicha realidad logrando trascender los límites impuestos por los gobiernos de turno con sus políticas públicas asistencialistas y populistas, mediante las cuales se oculta la verdadera situación económica y social de infinidad de jóvenes, de hombres y mujeres que luchan por sus derechos y libertades constitucionales fundamentales, ligadas estrechamente con sus intereses y necesidades individuales y sociales, en una sociedad que los olvidó y que hoy se encuentran rezagados frente a los sectores mas pudientes que lograron acceder a un trabajo digno y estable, salud preventiva y tratamientos médicos con las últimas tecnologías.

Vendedores centro de Cali

El conformismo de los caleños con la situación económico-social continúa siendo un lastre que les impide en la práctica participar en la vida política de la ciudad y cuando se deciden hacerlo se dejan seducir por los demagogos que siempre ocultan sus verdaderos propósitos e intereses, en tanto los ciudadanos no son capaces de desentrañar de sus palabras y promesas las verdaderas intenciones e intereses de clase, grupos sociales o personales que siempre se colocan por encima del interés general de los ciudadanos.

ADENDA: Es urgente que la administración municipal asuma con responsabilidad sus obligaciones en función de todos los caleños sin distingos de ninguna clase. En este caso, los habitantes de uno de los sectores del oeste sobre la carrera 3 B con calle 7 oeste, le exigen al alcalde, a su secretario de movilidad y de tránsito, tomar las medidas sancionatorias entre otras, para impedir que se utilice su estrecha vía como zona de estacionamiento de quienes trabajan en el inmueble ubicado sobre la carrera 4 Oeste No: 7-95, apropiándose de la vía pública, en perjuicio de vehículos y de transeúntes, toda vez que es una calle angosta, en pendiente, con dos carriles uno de subida y otro de bajada.; y sin anden hacia la margen izquierda en sentido sur-norte, poniendo en riesgo a quienes se desplazan por el lugar.

Así mismo para que ejerzan un control permanente en el lugar en el que se suceden accidentes por ser la confluencia de varias vías; controlen el ruido debido al exceso de tráfico automotor que hasta altas horas de la madrugada van y vienen hacia los sitios de recreación en la vía a Cristo Rey, siendo ésta la única vía que utilizan por cuanto la urbanización Mediterráneo tiene vía privada, cerrada con puerta de garaje casi contigua a la antigua sede del ISS en Bellavista y sale a la circunvalación casi al frente de l teatro al Aire Libre Los Cristales. Y coordinar con el CAI para que la policía esté realmente presta a aplicar el Código Nacional de Policía y Convivencia en los casos de ruido por música y otros. El alcalde también lo es del sector Oeste de la ciudad, lugar con muchas problemáticas.


Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social

El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social

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