¿Para dónde va el Valle en Ciencia y Tecnología?

Por Mario Germán F… |
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Por Mario Germán Fernández De Soto S

Mientras el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos continúa anunciando el recorte de recursos para el deporte, la cultura y la ciencia en Colombia, con el propósito de seguir financiando un nocivo acuerdo con la subversión, surgen nuevas alternativas de paz. Esta vez, vale la pena destacar la oportuna acción de la bancada conservadora en el Congreso de la República, en cabeza del Presidente del Senado Efraín Cepeda.

Fiel al pensamiento de conservar lo bueno para mejorar la vida, con ideas en beneficio de la comunidad, Senadores y Representantes del partido Conservador, lograron aprobar, mediante el sistema del 'fast track' (vía rápida), la reforma constitucional al Sistema General de Regalías (SGR). Esta iniciativa incluye cambios en la asignación de los recursos destinados para la investigación a través del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías (FCTeI) que, desde su aprobación en el 2011, venía siendo manejado sin tener en cuenta a los actores del ecosistema científico.

En total, el dinero destinado para Ciencia y Tecnología es el 10 por ciento de los recursos de regalías, cerca de 900.000 millones de pesos al año. Hasta ahora, de acuerdo con los informes de la Contraloría General de la Nación, este dinero ha tenido mal manejo y baja ejecución. Según Planeación Nacional, entre 2012 y 2016, el FCTeI financió un total de 277 proyectos por 2,29 billones de pesos, en su mayoría para investigaciones en agro, medioambiente, cultura ciudadana, salud, formación de profesionales, energía y minería, entre otros, que han tenido un bajo impacto, porque no se incentiva el conocimiento para apoyar la transformación productiva y social del país. Lo más triste es que aún hay cerca de 1,5 billones de la vigencia 2015-2016 que no han sido utilizados, simplemente porque no hay quién los utilice.

Sumado a esto, el Congreso aprobó en noviembre de 2016 un presupuesto de 1,1 billones de pesos para el bienio 2017-2018, lo cual significa que la ciencia tiene en caja 2,6 billones de pesos. De este porcentaje, solo llega al Valle menos del 1,45% algo así como 37.000 millones de pesos. Y no es un capricho, solo que en nuestra región no se está incentivando la producción intelectual para abrir un camino hacia la generación y aplicación de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en los procesos económicos, sociales, ambientales e institucionales del Departamento, que a su vez sirva como base para seguir promoviendo nuestra transformación en una sociedad y una economía del conocimiento.

¿Para dónde va el Valle en ciencia y tecnología? Sin lugar a dudas debemos asumir el reto de elevar sistemática y progresivamente la intensidad tecnológica de la industria y la sociedad vallecaucana, incrementando, como se establece en el Plan Estratégico de Ciencia y Tecnología del Valle, la generación de valor agregado, y encontrando nuevas formas de innovación social e institucional para que el conocimiento sirva a la elevación del nivel de desarrollo humano, porque si bien hay un avance en el desarrollo de nuestras capacidades científicas, tecnológicas e innovadoras, motivado desde las universidades públicas y privadas, como Univalle, la Autónoma, el Icesi y la Javeriana, éste no ha sido el esperado. Colciencias y Planeación Nacional sostienen que hay bajos niveles de innovación de las empresas, débil institucionalidad del sistema y escasez de recursos humanos para realizar investigación e innovación.

Por eso, propongo que desde el Congreso de la República y con el apoyo del próximo Presidente, promovamos un nuevo documento Conpes, diferente al actual 3582, para establecer una nueva Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que impulse la apropiación social del conocimiento y alivie las disparidades regionales en capacidades científicas y tecnológicas, incentivando la capacidad para generar y usar ese conocimiento, por ejemplo, con la reducción de impuestos a las empresas que motiven a su talento humano para fomentar la innovación en el aparato productivo, con base en la capacidad operativa para dar el apoyo necesario y suficiente a los empleados innovadores.

De esta forma, se incrementaría el capital social y se estimularía la creación de eslabonamientos productivos, la generación de desarrollo humano y sostenibilidad. Un modelo que puede replicarse incluso en las universidades promoviendo entre los egresados el emprendimiento innovador de alto contenido tecnológico, con acciones puntuales como la financiación de los costos de elaboración de planes de negocio para la creación de empresas innovadoras y de base tecnológica y el diseño de un programa para apoyar emprendimientos en las instituciones de educación superior. De lograr esto, el Valle podrá recuperar el sitial como departamento innovador para jalonar el desarrollo del Pacífico colombiano.

Twitter, instagram y Facebook: @fernandezDsoto

Web: www.mariogerman.com.co

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