- 20 vistas
Nicolás Ramos G
Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP
El 3 de Julio de 1810 Santiago de Cali dio la primera voz en busca de nuestra autodeterminación y vallecaucanos de las Ciudades Confederadas del Valle iniciaron la lucha por nuestra independencia de España con la Batalla del Bajo Palacé el 28 de marzo de 1811 y la terminaron en Ayacucho (Perú) el 9 de diciembre de 1823.
En Guadalajara de Buga se colocó la primera piedra para erigir un monumento que recuerde a los colombianos los nombres de los héroes, hombres y mujeres, que con su sacrificio lograron la victoria.
De libro Caucayaco, Caucayá, Cauca de Oscar Gerardo Ramos Gómez tomamos el siguiente fragmento:
“¡Loor a los paladines vallecaucanos!
Vallecaucanos acompañaron a Antonio Baraya en la Batalla del Bajo Palacé, donde murió Miguel Cabal, el primer héroe de la emancipación; vallecaucanos al mando de Alejandro Macaulay liberaron a Popayán en 1812; vallecaucanos se unieron a Antonio Nariño para la Batalla de Calibío; vallecaucanos combatieron a Juan Sámano en la Cuchilla del Tambo; vallecaucanos lucharon, al mando del General Joaquín Ricaurte en la Batalla de San Juanito, cerca de Buga, que liberó la región en 1919; vallecaucanos formaron el batallón Cazadores del Valle del Cauca que se puso al mando del General Antonio José de Sucre para las campañas del Ecuador y Perú; vallecaucanos de todos los pueblos y de todas las etnias, merecedores del más alto reconocimiento, se alistaron en los ejércitos de la libertad y sus vidas son honra de esta comarca, liberada con la ofrenda de sus hazañas. ¡Loor a los paladines vallecaucanos”
Alberto Silva Scarpetta, en su libro Bicentenario de la Independencia Vallecaucana, amplía el relato anterior con fotografías, mapas y documentos. El siempre manifestó que el monumento a esos héroes se debería ver desde la Guajira.
Creemos que todos los vallecaucanos, comenzando por la Asamblea Departamental del Valle del Cauca, la Gobernación y las autoridades y academias de historia de las Ciudades Confederadas, dirigidas por la Academia de Historia del Valle, deben seguir el empeño para inaugurar ese monumento el 9 de diciembre de 1923 y así conmemorar dignamente la culminación de nuestra autodeterminación como Nación soberana. Es un deber y una deuda impagada con quienes con su sacrifico nos dieron la Independencia.