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Redacción
Hoy estamos con Francisco Mejía Pardo, economista y abogado de la Universidad del Rosario con maestría en dirección y gestión de la Universidad de la Sabana. Con gran experiencia en el sector privado y público, importante pensador vallecaucano que nos acompañó en este diálogo con nuestro director Ramiro Varela.
Pacho, ¿Cali tiene hoy visión de largo plazo?
Pudo haber tenido una, pero se ha frustrado en el gobierno de Ospina. Lo hizo con el Instituto de prospectiva de la Universidad del Valle. Parece que al final hubo un tema de desconfianza. Finalmente el alcalde lo dejó ahí. El documento está ahí para verlo, es público.
Cali fue pionera en las perspectivas de largo plazo. “El Cali que queremos” fue el primer ejercicio de este tipo en el país. Hoy no tenemos uno. Creo que definitivamente se necesita. Hago parte de un grupo ciudadano. Empezamos a plantear conseguir recursos desde Bélgica. Ir generando confianza. Hicimos un evento en el centro cultural de Comfandi. Preguntando cuál es la visión que se tiene de Cali. Invitamos también a Propacífico y a la Cámara de comercio de Cali. Pero necesitamos que haya organizaciones sociales que se dediquen a colaborar en esta visión.
Que no pase como con “La Cali que queremos”, que se quedó solo en los gremios y los empresarios pequeños y medianos. No bajó al pueblo. Lo que pasó con el estallido social fue una demanda para que construyamos una visión de futuro con quepamos todos.
La planeación en Colombia es reciente desde el punto de vista constitucional, propuesta por Álvaro Gómez y acá en Cali, el plan general de desarrollo de Rodrigo Escobar Navia 1979, que dejó a la ciudad comprometida para hacer un metro. También la construcción de parques recreativos... Pacho, ¿qué hacer para desarrollar un plan a largo plazo para la ciudad?
Una mirada amplia, de reconocimiento de los actores que han aparecido en el escenario local, que son invisibles para los gremios y los políticos. Allí es donde deben aparecer estos actores del pueblo. Mira, “La Cali que queremos” fue un buen ejercicio de prospectiva pero no tenía sostenibilidad. Nadie se apropió de eso.
¿Sabías que el Valle del Cauca tiene una política de competitividad desde el 2018? He seguido los documentos y la gobernación no ha continuado este proyecto. Igual que pasa en Cali.
¿Cómo analizas los malos indicadores de Cali, como la educación, por ejemplo?
Sigo muy de cerca “Cali cómo vamos” así como lo que hace la Unidad de Acción Vallecaucana. Y yo diría que la pandemia dejó muchos desempleados o que pasó a ser informal. Problemas de empleabilidad. No nos podemos confundir: esos indicadores dicen que el problema más grave es la seguridad y la convivencia ciudadana. El segundo el empleo, el tercero movilidad e infraestructura. 4to la educación, el 5to la pobreza, el 6to el tema fiscal, el 7mo la corrupción y el 8vo el medio ambiente. Cuando uno lee esto piensa que tenemos que buscar la manera de combatir la inseguridad. Lo combatimos de dos o tres maneras. Debemos darle continuidad al Observatorio de la violencia. Mirando cuáles son los lugares donde frecuentemente sucede esto. 2do, tener cerca a la fiscalía. 3ero a la policía, 4to buscar cómo la misma comunidad genera alarmas colectivas que se conecten con las agencias de seguridad.
El tema del desempleo y la inseguridad tiene mucho que ver con la educación. Solo el 30% de los que salen del bachillerato pueden seguir en la educación superior.
El desempleo se profundizó, entre el 15 y el 20%, informalidad del 60%.
¿Cuáles son las apuestas productivas que tiene Cali? Pues el turismo, tecnologías de la información, empresas culturales. Educación vocacional, educación para el trabajo de una forma muy práctica.
Se hizo un curso con Orlando Rincón de programación que fue un éxito. Pagabas 1 '300.000 a cuotas. Tenemos que pensar que la academía debe llegar a la educación continua y vocacional. El SENA no lo está haciendo.
Vamos a celebrar el aniversario número 35 de la primera elección de un alcalde popular, ¿cuál es tu análisis de este proceso democrático?
La elección popular de alcaldes jurídicamente fue un acierto desde el social fue un desacierto. Recuerdo que yo era monitor en la U del Rosario y la profe me dijo que podía ir a Cali a hablar con el alcalde, Rodrigo Escobar Navia, año 79 y le dice que le muestre el estudio de la categorización del municipio, que le muestre el tema de descentralización. Me sonó y me vine para Cali. Cuando esperaba en el despacho y apareció un comitiva enorme de Medellín que venía a aprender la experiencia de Cali. Y en diez años perdimos ese liderazgo.
El problema de Cali es la gobernanza. Si miras quiénes nos han gobernado te das cuenta de que no eran gerentes públicos. Que sepa cuál es problema y el programa, ponerse al frente de la seguridad. Uno no puede gobernar vía Twitter.
Hemos fracasado en el perfil de los alcaldes...
Todavía lo recuerdan los mayores, que fuimos un referente.
En 30 años hemos tenido tres grandes proyectos de ciudad. Termoemcali. El MIO y el plan de 21 megaobras. Los tres generaron gran déficit y unos no se han terminado, ¿cómo analizas esto?
¿Qué hace un gerente privado? Revisar los temas generales de la compañía. Creo que el MIO nació muerto. Debió haber empezado por el Oriente, donde está el mayor volumen de gente. Pero la hicieron en otra parte. Ese billón 300 mil que le va a girar la alcaldía a los operadores del MIO no va a resolver nada.
Ospina estaba mejor acompañado en su primer mandato, porque estaba más pendiente de todo... no como ahora.
En general nos quedamos atrás. Los empresarios no pensaron en otras actividades productivas a parte del azúcar y los políticos no le decían nada a Ospina. Cuando llegó el estallido social la primera necesidad de la gente era la comida. Colgaban la bandera roja. Y este señor anunciando Cristo Rey y el Parque de Pance. Obras innecesarias por el momento. En vez de mirar el hambre y la miseria.
Termoemcali quiebra a Emcali y no se ha salido de ese problema. El MIO desde hace 7 años tiene quebradas las dependencias municipales. Las 21 megaobras nada que se acaban...
La verdad nosotros venimos mal en finanzas públicas desde hace mucho tiempo. Acuérdate que el Banco Mundial en 1995, 1997 demostró que no era viable la ciudad. Viene la deuda de la ley 550. 400 mil millones de pesos. Luego el alcalde 2020 le pide al concejo que lo endeudar en 650 mil millones más. Las condiciones con los bancos dan un año muerto pero desde el 2023 toca pagar intereses y capital de esa deuda. Y luego, la estocada final: el da un billón 300 mil al MIO.
Entre esas dos decisiones hay una acuerdo de reestructuración financiera con los bancos para tener más plata...
Eso tenía que ver con lo de la ley 550. El problema es que el año entrante si llegan a 500 mil millones para inversión será un milagro. Tendrá que sentarse con los bancos. Que no debieron prestar esa plata. Según Fedesarrollo la pandemia atrasó nuestra economía unos doce años.
Ahora se reduce la capacidad del municipio: Hay que ver cómo van a reaccionar las empresas el año que viene con la Reforma tributaria. Creo que bajarán los recaudos. Vamos a tener que inventar figuras de financiación: vender la deuda a 20 años. Cosas así.
El marco fiscal del municipio de Cali es inviable hoy.
Pasemos a la solucionática... ¿Cuál es tu visión de la crisis de gobernabilidad que tenemos hoy?
Necesitamos un alcalde con alta sensibilidad por la ciudad y sus habitantes. Recuerdo que el plan de Clinton decía que había que poner a la gente primero. Tiene que ser un gerente con experiencia y rodearse muy bien de equipo.
Cali va a tener que apostarle a gente joven pero también de experiencia. Como lo que hizo Ocampo en el gobierno de Petro.
El Concejo de Cali y su relación con el alcalde... ¿cómo solucionar ese problema de gobernanza?
Un pacto por Cali. Una ambición prospectiva en la que se comprometan políticos, empresarios y sociedad civil. Si no levantamos la autoestima de la ciudad a corto plazo será difícil, después habrá otros temas a mediano y largo plazo.
¿Por qué los anteriores alcaldes no lo hicieron?
No hemos tenido gerentes públicos. Son de la clase política. ¿Cuál es la obra del Rodrígo Guerrero en Cali? Armitage sí deja una obra de infraestructura, de educación importantísima. Que aún no hemos visto.
Me muero de ganas de prestarle mis servicios al alcalde que llegue, como asesor. Poder mostrarle el presupuesto y el anual... junto al Plan de desarrollo municipal y estar pendiente de su cumplimiento.
Planeación no tiene tiempo para eso.
Cali necesita un alcalde de lo territorial y un alcalde los servicios públicos porque son problemas graves, ¿te parece que un grupo de alcaldes asesores, le ayudarían a un alcalde a resolver mejor los problemas?
No tengo la menor duda. Además de un buen gabinete hay que tener un buen grupo de asesores: De Roux, un tipo maravilloso. En el tema social. En finanzas un Bernardo Quintero, hoy pensionado.
Y de la baraja de 35 candidatos: Roberto Ortiz, Alejandro Eder, Tulio Gómez, y el del Pacto histórico. De ahí no sale... Diana Rojas está comprometida con lo de Armitage...
Hay que tener en cuenta a Diana Rojas. En los pecados de Armitage ella no tiene culpa. Tendrás tus motivos, a mi me pareció que la administración de Armitage fue pulcra. Uno veía el sufrimiento del alcalde sintiendo impotencia.
Fue la administración más corrupta de todas...hay evidencias para probarlo...
Bueno, pero volviendo. Necesitamos un equipo de gente que le den esa visión prospectiva a la ciudad. Que podamos saber durante el primer año qué se espera para los siguientes 4. Hacer un plan de gobierno al 2036... A mí me tocó ver el primer proyecto que armaron: Antioquia siglo XXI. Cada 15 años lo estaban reevaluando. Se sentaba el empresariado, la academia y la clase política.
La marca de Cali está muy desprestigiada... ¿qué piensas de eso?
Tenemos que trabajar en algo muy parecido a lo que hizo Medellín. Además de su organización supieron que debían recuperarse del estigma que tenían de Pablo Escobar y empezaron a perseguir los tours que hacían para conocer las barbaridades de ese señor para reemplazarlo por el slogan de la ciudad de la innovación. Fue impresionante.
Redujeron los índices de violencia a tres veces menos que los de Cali. Esa marca Medellín crece... ¿Cómo hacemos para crecer la de Cali?
Volvemos a lo mismo, trabajar de la mano de la dirigencia empresarial, academia, la union de los ciudadanos. Con un norte muy claro, vamos a hacer de esto una política pública.
Finalmente un mensaje tuyo a los caleños...
Creo que nosotros tenemos una responsabilidad muy grande frente a las próximas elecciones: la persona que sea debe ser un hombre al que le duela la ciudad, que la conozca y se rodee bien.
La constitución del 91 habla de una democracia participativa. Necesitamos que los ciudadanos se integren y piensen en una solución a largo plazo. El estigma de Cali, lo que generó la pandemia y el estallido social deben hacerse desde lo social. Solucionando las finanzas, sí, pero con énfasis en la inversión social, como siempre debió haber sido.
