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Nicolás Ramos G
Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP
En Homo Deus de Yuval Noah Harari encontramos: “Una catástrofe ecológica causaría la ruina económica, agitación política y una caída en el nivel de vida, e incluso podría amenazar la existencia misma de la civilización humana.”
Reiteradamente se dice que “en el Teatro de la Tierra no hay sillas para tanta gente”, pero pese a ello la población crece exponencialmente y con ello incrementando el consumo a la misma velocidad. Igual poco se hace para detener y mermar el calentamiento global con la disminución de la emisión de gases de efecto invernadero y el uso de los combustibles fósiles. Esto último toma tiempo y bastantes recursos para sustituirlos por las llamadas energías limpias; solar, mareas, viento, fisión nuclear.
En otras palabras y usando una expresión matemática, la resolución de la ecuación que indique como se puede sostener la vida en la Tierra tiene variables cada día más complejas que interactúan y se alteran entre ellas permanentemente. Por ejemplo, más población necesita más comida, pero producir más comida requiere más tierra, maquinaria, abonos y recursos más escasos. En otras palabras, para resolver el problema es indispensable reducir el consumo y el crecimiento poblacional, máxime cuando la expectativa de vida crece día a día con los adelantos de la medicina y los hábitos de vida saludables.
A lo anterior se agrega que los varios millones de chinos, indios, africanos, y centro y sur americanos aspiran lograr el nivel y calidad de vida de la Unión Europea o Norteamérica, lo cual es imposible sin acelerar e incrementar el calentamiento global y el agotamiento de los recursos renovables y los no renovables.
Resumiendo lo anterior, cada día es más urgente y difícil que el “homo sapiens” y sus líderes políticos y económicos, antes que predicar el crecimiento económico como la panacea para la humanidad, prediquen lo contrario, es decir, disminuir el consumo, la ostentación, minimizar el consumo de lo superfluo, lo innecesario para la vida y reciclar, rehusar y ojalá llegar a basura cero.
Los estudios dicen se necesitarían dos y medío planetas Tierra más para mantener el actual ritmo de consumo y como ello es imposible, igual como lo es viajar al planeta más cercano que se encuentra a cuatro años luz de distancia, quiere decir que debemos cambiar nuestros hábitos y forma de vida. Sé que no es fácil, pero si no lo hacemos, pronto tendremos los terrícolas poca esperanza de permanecer mucho tiempo en esta pequeña pelota de un sistema solar, que depende de una estrella que se quema todos los días para darnos vida.
