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Carlos Armando Cuervo Jiménez
Emprendedor y empresario con formación en Ingeniería Industrial
Al alcalde Jorge Iván Ospina le encantan las obras faraónicas que permitan perpetuar su imagen en el imaginario colectivo, no importa que produzcan problemas irresolubles en la movilidad de Cali, con el agravante que también quedan muchos sin terminar ( Conexión a Pance hasta la Vorágine, conexión al sur hasta la Universidad de San Buenaventura, los 250 kms de rehabilitación de vías en la mitad, el puente de Chipichape ofrecido y pagado, la ampliación vía al mar, el parque de Alameda por la Roosevelt , etc ) y todas esas obras están
pagadas.
Un claro ejemplo es la dificultad vial que se produce para salir del centro de Cali hacia el norte u occidente de la ciudad. El actual hundimiento de la av. Colombia o carrera 1ª ( El túnel ) eliminó todas sus salidas hacia el norte y/ o las entradas al centro y nunca sus asesores buscaron soluciones para ese problema, más allá que derivar todo ese tráfico sobre la estrecha carrera 4a. El resultado ha sido nefasto para el centro de la ciudad, hoy su dinámica comercial está en un 50%, locales cerrados, negocios perdidos, etc, todo un cementerio de emprendimiento. Y lo único que ha reverdecido en la fiesta del bulevar hacia la Carrera 3ª, donde crece la venta de alcohol, droga, sexo y también recreación cultural (musical).
Actualmente y ante su intrascendente gobierno colmado de criticas ciudadanas por corrupción, ha decidido darle continuidad a su primer bulevar, creando otro hundimiento desde el edificio de COMFENALCO hasta empatar con el antiguo.
Hasta aquí parece una obra muy interesante y llamativa, porque permitiría realizar un ejercicio de desplazamiento peatonal desde San Antonio a través de la carrera 6a hasta el centro antiguo. Con ello se revitalizaría toda la zona apalancando nuevos comercios de hostelería, diseño, comercio y de entretenimiento.
Pero desde luego como todas las rosas este tiene espinas que necesitan podarse, inicialmente hay que controlar desde el inicio que no se convierta en otro espacio de solo fiesta, vicio y tráfico sexual. Tarea difícil conociendo como se ha transformado nuestra sociedad, sin moral, civismo o ética.
Pero el problema realmente crucial es que su construcción determinaría eliminar la conexión entre el sur y el oeste con la eliminación del actual acceso a través de la calle 5ª y su giro a la izquierda para tomar la carrera 4ª . Claro al realizarse el hundimiento y para poder permitir la total peatonalización de la nueva terraza debe desaparecer ese tramo que une al puente de la calle 5a con la carrera 4a.
Esto es irregular e insolito….porque desde ahí nacen unos planes de reordenamiento vial tan llevados de los cabellos y que involucran la misma calle 5ª , la carrera 1ª , la avenida circunvalación la avenida 1ª norte, la calle 8ª y todas las vías aledañas a estas calles y avenidas.
La carrera 1ª debería cambiar su sentido actual por el de oriente a occidente desde su comienzo y la avenida 1ª norte el contrario para suplir a la carrera 1ª. ¿Se imaginan las congestiones de esa vía cuando pasa tras el edificio de la torre de Cali hasta la clínica de los remedios?
En la calle 5ª a la altura del monumento a Jovita se ampliaría ese puente para conducir el fluido de sur a norte por el carril izquierdo de esa vía que está actualmente de norte a sur, todo con el fin de evacuar hasta la avenida 1ª norte un flujo vehicular y dejando al barrio San Antonio y San Cayetano con un acceso por la carrera 10, porque los accesos por la carrera 6ª y la carrera 4ª desaparecerían.
La avenida circunvalar terminaría desde la Ceiba del parque del acueducto solo con flujo hacia el centro permitiendo un acceso al centro de Cali por esa vía.
Como pueden leer cada cambio de usos de estas vías crea nuevas modificaciones en otros accesos para evitar embotellar otros barrios como el Peñón o el mismo Centenario. En síntesis surgen nuevas preguntas.
¿Cómo se determinará la salida del centro hacia el norte y oeste? . Si se cambia la dirección actual de la calle 8ª ¿soportará el barrio Centenario ese nuevo flujo hacia el oeste de Cali?
La alcaldía pretende dividir en dos etapas esta obra, dejando a su sucesor las soluciones más cruciales, lo cual dejará a la ciudad en una crisis total de movilidad.
Muchos creemos en el beneficio de intercomunicar peatonalmente el casco histórico con San Antonio y el Peñón, pero debe hacerse con juicio y sensatez o crearemos un nuevo sufrimiento para una inmensa mayoría de caleños que deben usar estas vías diariamente para su normal desplazamiento entre los hogares y sus los sitios de trabajo.
Si Planeación, Movilidad y el alcalde no pueden actuar con cordura frente a la construcción de esta obra, invoco a los miles de afectados a pronunciarse o mejor movilizarse hacia el Concejo Municipal antes de que se licite ese embeleco, que solo está actualmente pre-diseñado para satisfacer el ego de un pésimo administrador público, hechos evidenciado solo con megaobras inconclusas o faltantes y pagadas.
El progreso, desarrollo y el respeto a la movilidad universal, privilegiando al peatón, no debe embotellar y desorganizar con mayor rigor la movilidad de la ciudad.
