Responsabilidad institucional por el deterioro de la ciudad

Por Luz Betty Jime… |
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Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.


 

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Lo preocupante de esto es que varios de los problemas con los cuales los caleños deben lidiar permanentemente han rebasado las posibilidades de solución a corto y mediano plazo

Aunque el deterioro sistemático de la ciudad obedece a diferentes causas acumuladas con el tiempo, también habrá que decir que buena parte del mismo es producto de la incapacidad de sus gobernantes para resolver adecuadamente aquellos asuntos que han contribuido a deteriorar el entorno natural y físico de la ciudad conjuntamente con las condiciones económicas y sociales de la existencia de la población caleña.

Lo preocupante de esto es que varios de los problemas con los cuales los caleños deben lidiar permanentemente han rebasado las posibilidades de solución a corto y mediano plazo influyendo negativamente en el proceso de recuperación de la municipalidad, tal como sucede con los problemas derivados del transporte y de la movilidad en donde reinan el caos y la anarquía en la ciudad sin que se avizore una solución real a dichos problemas. Así mismo es evidente el deterioro urbanístico del centro de la ciudad y de los barrios periféricos abandonados a su suerte por los gobiernos de turno de los últimos años. Igualmente es cada vez mas notoria la violación sistemática del espacio público con la complacencia de las autoridades de tránsito.

A lo anterior se suma la expansión de la construcción de grandes complejos habitacionales en el Oeste y en el sur de la ciudad, sin ninguna limitación de carácter físico, ambiental, paisajístico. Por su parte la administración distrital tiene abandonada la zona rural del municipio con grave deterioro del bosque nativo, las fuentes hídricas y la acción de los urbanizadores y de la minería ilegal en los farallones de Cali.

Por otra parte, el proceso de renovación urbana más conocido como Ciudad Paraíso que se adelanta en el centro de la ciudad ha generado un gran desplazamiento de las familias que tradicionalmente habitaban el lugar con sus pequeños negocios y empresas familiares.

A esto se suma la pérdida del sentido de pertenencia de los caleños por su ciudad el cual se ha sustituido por un comportamiento ciudadano de carácter individualista y egoísta contrario al espíritu de colaboración y solidaridad que antes existía entre sus habitantes, estimulado de alguna manera por las autoridades institucionales, interesadas en satisfacer los intereses y necesidades de determinados sectores de la sociedad.

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En esta oportunidad llamamos a los ciudadanos y organizaciones sociales a reflexionar sobre el estado de cosas que se presenta en la ciudad

En esta oportunidad llamamos a los ciudadanos y organizaciones sociales a reflexionar sobre el estado de cosas que se presenta en la ciudad y a exigir de las autoridades su obligación de garantizar la participación de los ciudadanos en las decisiones y debates sobre los problemas que afronta la ciudad, más allá de los simples formalismos impuestos por la clase política representada en el Concejo Distrital y con los cuales se ha limitado el ejercicio de la democracia participativa como base esencial del Estado Social y democrático de Derecho, particularmente en este momento en que la administración distrital se empeña en materializar el proyecto de Cali como Distrito Especial a pesar de que el plazo para ello está vencido desde hace casi tres años y por tanto, su ejercicio resulta contrario a la ley.

ADENDA No: 1:  La humedad causante del desplome de una parte de la fachada de la capilla de La Inmaculada de la Iglesia de San Francisco, no solo ha puesto en riesgo de un colapso su propia estructura sino la dificultad para recuperar la edificación a partir de los elementos originales que se utilizaron para su construcción. Lo cierto es que las personas que transitan por el lugar habían advertido de la posibilidad de producirse un daño mayor a dicha obra considerada como un hito histórico, religioso y arquitectónico de la ciudad. Sin embargo, las autoridades religiosas y civiles no parecen haberse percatado de dicha posibilidad a pesar de que todo ocurre a la luz del día y a la vista de todo el mundo que utiliza la plazoleta de San Francisco con diferentes propósitos desde comerciales y culturales hasta políticos.

ADENDA No: 2: En medio de la danza de los contratos interadministrativos se invertirán diez mil siete millones de pesos con base en la figura de las vigencias futuras ordinarias que serán aprobadas por el Concejo Distrital para la “Rehabilitación y Distribución del espacio en el edificio de Coltabaco”, considerado un Bien de Interés Cultural de la ciudad. Dicho Convenio se suscribirá con la EMRU con el fin de reactivar dicha empresa que seguramente subcontratará la ejecución de las obras que hacen parte de aquellos proyectos NO PRIORITARIOS en donde se invierten ingentes recursos del presupuesto municipal.


Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social

El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social

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