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Hace un año decíamos qué el Personero de Cali Harold Andrés Cortés no había arrancado después de un año de trabajo y ahora a los dos años reiteramos lo mismo, en razón a que su balance en la mitad del periodo ha sido 23 sanciones disciplinarias, impuestas a la administración municipal el año pasado por parte de la Personería de Cali, sin embargo recibió 300 investigaciones.
Por sanciones proferidas en primera instancia 21 y ya finalmente 23, no hay un buen resultado, pero en el cumplimiento de sus funciones se ha quedado muy corto, que las tiene muy bien definidas en el artículo 87 de la Constitución Nacional, pues no ha promovido la defensa de los intereses de la sociedad, hacer respetar el mandamiento legal, vigilar el cumplimiento de la Constitución, las leyes y las decisiones judiciales. No hay Personero en Cali lo decíamos con el anterior representante del ministerio público municipal Ab. Héctor Hugo Montoya, quien se atrevió inclusive a colocarnos una tutela y la perdió por improcedente.
Acaso se conoce del Personero Cortez un pronunciamiento de fondo sobre los grandes temas de ciudad en lo que tiene que ver con el sistema del transporte masivo MIO, con el plan de obras, de Megaobras, el medio ambiente, el parque natural de los Farallones, las invasiones, etc. son funcionarios de segunda categoría que llegan a manejar una nómina con un presupuesto superior a 20.000 millones de pesos, donde el liderazgo en la defensa de lo público es muy escaso. Debería ser el gran colaborador con dientes jurídico-administrativos, para ayudarle al alcalde de Cali, a la ciudad y a la ciudadanía.
Están limitados a cositas menores en lo que tiene que ver con la salud, con el medio ambiente, el espacio público, el acoso sexual, la violencia intrafamiliar, las minorías de todo tipo etc. El Congreso de la República no ha querido trabajar en modernizar las personerías municipales, con una ley que los despolitice y los pongan a actuar en beneficio común.
Señor personero, sea PERSONERO DE CALI
