Corregir los corregimientos

Por Carlos Botero |
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Los corregimientos son componentes de la estructura político-administrativa de los municipios y cumplen funciones territoriales dependiendo de las características particulares de éstos. En muchos casos, aunque se reconozcan su nombre y su presencia, los corregimientos se clasifican dentro del imaginario colectivo como pueblitos de menor categoría, desconociendo  el papel que cumplen o pueden cumplir en una estructura territorial a escala incluso regional, más allá de los meros límites político administrativos.

En Cali, puesto que el total de población residente permanente de los corregimientos equivale a menos del 0.5% de la total del municipio, parece que estos no justifican ni demandan la atención de los políticos locales pues votos allí ni eligen ni deciden. Pero de ahí puede surgir la fortaleza de estas jurisdicciones, pues las organizaciones de vecinos pueden estructurar el poder local suficiente para conducir su desarrollo y sostenibilidad.

Los dos primeros casi sucumben ya ante la  ola expansiva del perímetro urbano de Cali que busca urbanizar

De los quince corregimientos de Cali dos se encuentran en  la parte plana a lo largo del río Cauca, Navarro y El Hormiguero. Los otros trece se sitúan sobre la Cordillera Occidental, entre los cerros y Los Farallones. Los dos primeros casi sucumben ya ante la  ola expansiva del perímetro urbano de Cali que busca urbanizar, o seguir urbanizando sus territorios para anexarlos como área urbana.

A Navarro lo quieren urbanizar a la brava así esté demostrada la insostenibilidad ambiental de tal transformación. Al Hormiguero ya se le sustrajeron las áreas que ocupan la Universidad Autónoma de Occidente y todas las de expansión aprobadas con el POT de 2000 y sus habitantes nativos temen que se avance sobre sus predios. “Es un área muy valiosa para dejarla en manos de negros pobres” comentaban algunos agentes de bienes raíces cuando analizaban las proyecciones de desarrollo urbanístico de Cali, los mismos que podrán hacer salir a sus residentes-propietarios, uno por uno, si no enfrentan el problema de su futuro como uno de carácter comunitario.

Los corregimientos de ladera en las estribaciones de la Cordillera Occidental tienen características muy diferentes, no sólo por los orígenes y condiciones culturales de sus habitantes, sino también por la función “urbana” que cumplen dentro de loa dinámica municipal. No hay duda de que la totalidad de huertas de algunos corregimientos del occidente del municipio de Cali surten en buena medida al mercado de la ciudad, función compartida con la de ser asiento de segundas viviendas para residentes de la cabecera municipal, en últimas, y de una manera creciente, lugar de vivienda para jubilados.

mirar a los corregimientos en todo su potencial como productores de alimentos básicos y como lugar de residencia

Es el momento hoy para que se empiece a mirar a los corregimientos en todo su potencial como productores de alimentos básicos y como lugar de residencia permanente, así sea de jubilados. Para lo primero cobra especial importancia la tendencias crecientes por buscar producción agrícola orgánica y lo segundo porque ofrecen un enorme potencial para acoger a sectores de la población urbana de adultos mayores que encuentran en esos parajes unas condiciones de vida y paisaje que deben ser tenidas en cuenta a la hora de reglamentar usos y programar intervenciones de infraestructura y cuando se busca equilibrar la distribución de la población en su territorio.

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