El poder de los monopolios capitalistas. Parte 1

Por Luz Betty Jime… |
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Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.


El poder de los monopolios capitalistas va más allá de las fronteras nacionales y en la actualidad se extiende a todo el mundo globalizado. Generalmente se fundamenta en acuerdos que realizan bajo diferentes formas y modalidades para conseguir el control de gran parte de la producción y de la venta de sus mercancías con lo cual obtienen jugosas y elevadas ganancias.

Los monopolios surgen sobre la base de la concentración de la producción y del capital pudiendo influir de manera decisiva en la vida económica y política de los países. Los monopolios constituyen un fenómeno opuesto a la libre competencia predominante en la etapa inicial del desarrollo del capitalismo, lo que no significa en modo alguno la supresión de la competencia que por el contrario se hace más aguda y destructiva, en tanto que la lucha competitiva que se libra al interior de los monopolios y entre estos, conduce igualmente a su desintegración o a la absorción de los más débiles por los más fuertes.

Aunque los grandes monopolios no cubren el total de la producción social, ya que una parte considerable de la misma se encuentra en manos de pequeños, medianos y grandes capitalistas e incluso de aquellos que no integran los monopolios, el hecho real es que aquellos monopolios y super monopolios concentran el poder de decisión de la economía generando una aguda confrontación entre dichos monopolios y las demás organizaciones capitalistas no monopolizadas.

La dominación de los monopolios no solo acentúa la anarquía de la producción, sino que produce en la práctica la tendencia al estancamiento de la economía siendo este un fenómeno temporal, después de lo cual esta crece nuevamente con rapidez en condiciones desiguales en medio de la descomposición y parasitismo de sus clases dirigentes que delegan su control en los denominados managers y tecnócratas.

Ahora bien, en tanto que con el sistema de la libre competencia impera la democracia liberal con el Estado de Derecho, el equilibrio de poderes y la garantía formal de los derechos y libertades de los ciudadanos con la dominación de los monopolios, se pone de presente el autoritarismo y la dictadura de la oligarquía financiera que trata por todos los medios de restringir al máximo el ejercicio de los derechos y las libertades, entre otros el derecho electoral a participar en la escogencia de los gobernantes, mientras crece el descontento en contra de la elite monopolista integrada por el capital financiero nacional e internacional.

El poder de los monopolios capitalistas.
El poder de los monopolios capitalistas.

El capitalismo monopolista produce una gran desigualdad y dependencia de los países menos desarrollados respecto de los más desarrollados, que se reparten los mercados de venta e imponen altos precios a sus mercancías que ofrecen en el mercado, además de apropiarse de los recursos naturales y materias primas, conjuntamente con la explotación económica del trabajo y el pago de bajos salarios, exacerbándose de esta manera las contradicciones y conflictos sociales que explican la necesidad de librarse del yugo imperialista de los monopolios que se crean en la sociedad capitalista.

Así mismo, en tiempos de crisis económica, financiera, monetaria, etc., el Estado capitalista apoya a los monopolios en la quiebra de sus empresas, lo cual se refleja con claridad con la entrega de créditos y subsidios que se cubren con los recursos del presupuesto estatal de los países, cuando no es que el Estado se hace cargo de las empresas con dificultades financieras ya sea comprándolas a altos precios o invirtiendo en ellas ingentes sumas de dinero para recuperarlas, dando lugar a la constitución de los monopolios estatales que se ponen al servicio de los monopolios privados, mediante la implementación de políticas públicas favorables en materia laboral, tributaria, crediticia, aduanera, además de garantizarles a través de la contratación oficial la ejecución de toda clase de obras de infraestructura y de prestación de servicios en educación, salud, etc.

Como consecuencia del desarrollo del capitalismo monopolista privado y monopolista de Estado se agudiza la lucha competitiva a nivel interno e internacional particularmente en esta época de la globalización en donde crece de manera extraordinaria la producción, al tiempo que lleva a la ruina y a la desaparición a infinidad de pequeñas, medianas y grandes empresas que no hacen parte de los monopolios.

Un papel muy importante del proceso de monopolización les corresponde a los monopolios bancarios y en particular al sector financiero que se convierten en titulares de unos u otros monopolios en la medida en que acumulan grandes cantidades de dinero, siendo su fuente principal la proveniente de los ahorros, pensiones, seguros, subsidios y salarios de los trabajadores, etc., en tanto que gran parte de dichos recursos pasan a las manos de los monopolios manejados por los banqueros.

La unión de los monopolios de los bancos con los monopolios industriales dan origen al capital financiero nacional e internacional que se apropia no solo de la plusvalía que deviene de la explotación del trabajo sino del capital ajeno, permitiéndole al capital financiero acumular un inmenso poder económico y político en el seno de la sociedad que se refleja con el control de los medios de comunicación, la ciencia, la tecnología, la cultura, además del poder de socavar las bases mismas de la institucionalidad con el soborno a funcionarios del Estado y el chantaje a los gobiernos de los países subdesarrollados a través de sus organizaciones financieras de carácter internacional, muchas de ellas involucradas en la financiación de las guerras con fines económicos y políticos.

Algunos de los monopolios mas representativos del mundo capitalista en el siglo XX, estaban constituidos por el núcleo del grupo de Rockefeller, con el Trust Petrolero de la Standar Oil Company y del Chasse Manhattan que era el mayor de los Estados Unidos, siendo el más poderoso el imperio financiero industrial del grupo Morgan, que controlaba el área de la producción de acero, el consorcio automovilístico de la General Motors, la compañía eléctrica de la General Electric y varias compañías ferroviarias además de unos cuantos bancos.

En la actualidad los monopolios sobresalientes de la sociedad capitalista globalizada son entre otros los del sector de las tecnologías aplicadas a los nuevos procesos y desarrollos de la industria contemporánea como Microsoft; Telmex (compañía de telefonía mexicana), Arabia Arambo, Compañía petrolera estatal de Arabia Saudita., Google, Amazon, etc.

No podríamos dejar de mencionar al excéntrico multimillonario Elon Musk, considerado en la actualidad como el hombre más rico del planeta, quien después de conquistar el espacio y la industria automovilística de carros eléctricos se proyecta como señor y dueño de la red social de twitter adquirida según se dice, por el magnate con el fin de garantizar plenamente la libertad de expresión en un afán por monopolizar y controlar el derecho a la información y a recibir información, con lo cual queda clara la dimensión del poder de dominación de este monopolio capitalista del mundo globalizado.


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