Carrera diplomática y política por conquistar a los países africanos

Por Jean Nicolás Mejía H |
586

Jean Nicolás Mejía H

Profesional Ciencias políticas - Pontificia Universidad Javeriana Bogotá. 28 años,  Máster en cooperación internacional y organizaciones internacionales de la Universitat de Barcelona


En los últimos años el interés desde diferentes regiones y potencias hacia el territorio africano ha ido en aumento. Países como China han establecido una fuerte presencia en el continente, con el objetivo de lograr acuerdos multilaterales para poder aprovechar los recursos y la materia prima que se encuentra en esta región, a la vez que las sociedades y los gobiernos se ven poco a poco beneficiados por las inversiones territoriales que allí se dan.

4y5y
Precisamente este es el caso de Rusia. Mientras occidente aisla comercialmente, financieramente y políticamente a la potencia asiática, el canciller designado por Moscú ha estado en cuatro países africanos

Paralelamente, el interés político y diplomático en la región también ha ido en aumento. Los países que invierten y constituyen acuerdos bilaterales y multilaterales con uno o varios países africanos, procuran construir relaciones políticas y diplomáticas sólidas con el fin de lograr aliados que luego serán importantes, en varias arenas de debate internacional.

Precisamente este es el caso de Rusia. Mientras occidente aisla comercialmente, financieramente y políticamente a la potencia asiática, el canciller designado por Moscú ha estado en cuatro países africanos, cumpliendo una gira diplomática por el continente. Sergei Lavrov estuvo en Egipto, Etiopía, Uganda y Congo. Esta gira diplomática responde a la consolidación y fuerza política que quiere ganar Rusia en el territorio africano, fuerza que ya le ha valido algún respaldo por parte de las naciones africanas, pues cuando se votó en la Asamblea General de la ONU en marzo la resolución que condenaba la agresión rusa exigiendo la retirada de sus tropas en Ucrania, la mitad de las abstenciones totales vinieron de África.

Países como Sudáfrica y Uganda, que políticamente siempre han estado al lado de Rusia ( Sudáfrica se siente en deuda con Moscú por su ayuda en la lucha contra el Apartheid, y Uganda siempre ha sido un referente del Movimiento de los Países no Alineados) se encuentran en la lista de las abstenciones.

Sin embargo, el canciller ruso no es el único país que está detrás de las alianzas africanas, el presidente de Francia se encuentra actualmente en su propia gira en países como Camerún, Benín y Guinea-Bissau, lo cual sustenta el anuncio hecho por el gobierno norteamericano de destinar una ayuda de US$1.300 millones -en cooperación con Francia- para frenar el hambre en el continente, ayuda que se espera sea discutida y consolidada en la visita que hará enviado especial del gobierno de EEUU, Michael Hammer, al Cuerno de África, tendrá lugar la próxima semana, mientras que la embajadora de ese país en la ONU, Linda Tomas Greenfield, estará en Ghana y en Uganda.

Las alianzas de las grandes potencias se han consolidado tradicionalmente bajo acuerdos de mercado -en su mayoría alimentarios-, algunos países como Rusia consolidaron sus relaciones por medio de los mercados de la guerra: enfoque en el ámbito militar; desde la venta de armamento de mediano y largo alcance, hasta aviones y vehículos blindados. Sin embargo, los intereses han cambiado en función del contexto y ahora estos acuerdos se dan en materia de inversión en infraestructura, tecnología e innovación. Rusia ha consolidado un acuerdo por US$26.000 millones para la construcción de una planta de energía nuclear.

wery
Esta dependencia relativa es la que el mismo gigante asiático está tratando de buscar en África

Este tipo de acuerdos le da la fuerza política y la solvencia institucional que necesita Rusia para seguir naufragando en las turbias dinámicas políticas internacionales, que buscan de momento ahogarle - por la simple coyuntura internacional- pero que pronto podrían tratar de rescatarle, pues a medida que la crisis en el sistema internacional se consolida (EEUU ya entró en recesión técnica, el histórico de precios del petróleo y sus derivados, junto con la energía están desbordados, mientras las economías sufren los efectos de las inflaciones), los países empiezan a entender cómo Rusia ha tenido  todo este tiempo el control relativo -soft power-  de muchas tangentes de la economía mundial, y que si existe un cierto nivel de dependencia internacional hacia Moscú.

Esta dependencia relativa es la que el mismo gigante asiático está tratando de buscar en África, empezando una carrera diplomática y política por conquistar nuevamente a los países africanos, de cara a las nuevas alianzas que se están configurando y que determinarán las dinámicas del futuro en el sistema internacional.

Búsqueda personalizada

Caliescribe edición especial