¿Y ahora quien nos podra defender?

Los organismos del control estatal parecen embrujados por un siniestro conjuro del alcalde Ospina

Cuando leemos la ya larga lista de actuaciones irregulares protagonizadas por el alcalde Jorge Iván Ospina en connivencia con su séquito de turiferarios y nos enteramos que continúa el accionar de Ospina violando cualquier cantidad de normas y procedimientos de ley (por ejemplo con la inminente licitación de la autopista del Bicentenario) sin que se vislumbre alguna actuación concreta y sustanciosa de las denominadas IAS (Contraloría, Procuraduría, Fiscalía, Personería) tenemos todo el derecho a pensar que esta impunidad podría originarse en algún poder sobrenatural del alcalde o en la eficiencia de otros métodos, procedimientos o solidaridades de género gestados por el muy perfumado círculo de los inexpertos y esbeltos jovencitos que rodean al burgomaestre de nuestra ciudad.

Cada vez que escuchamos al alcalde Ospina haciendo gala de su criptolenguaje se nos acentúa más la percepción  de que detrás de toda esa verborrea hay mas huesitos que carnitas porque, al hacer un balance de  lo que Ospina dice, no solo se evidencia su falta de modestia y su abuso del yo … yo… yo…, sino su afán de arrollar al periodista que interroga no con cifras reales y verificables sino con su confusa ristra de mendacidades que no resisten análisis alguno.

Nos resistimos a pensar que las IAS ya se han doblegado ante la arrogancia cuasi imperial de Ospina y todo ese alud de  cuentos cantinflescos que pretenden, inútilmente, volver gran estadista a un simple médico.

Ante el justo desespero de quienes vemos como la ciudad se va a ver abocada a enfrentar cualquier cantidad de demandas generadas por los sueños faraónicos del alcalde Ospina, y la ausencia de actuaciones de las IAS que nos protejan, solo nos queda por invocar la presencia de EL CHAPULIN COLORADO. Por eso gritemos todos en coro: ¿y ahora, quién podrá defendernos?

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EDUARDO RODRÍGUEZ

CaliVerde