Las raíces de la educación en Colombia

Por Redaccion. |

Por Alex Sterling

¿Por qué llegamos a esto? ¿Pensando en los intereses de quién se desarrolló el proyecto educativo del país?

1970 - 1980:

La llegada de las grandes urbes a la escena nacional marcó el destino del país en los años 70. El porcentaje de población urbana pasó del 52 en 1964 a 59 en 1973. La población mutaba desde sus estados naturales anteriores. Despertaba al nuevo decenio conociendo, por primera vez y a gran escala, los cambios urbanos que comenzaron a formar las ciudades modernas. No en vano el traslado de comunidades del mundo rural al urbano generó un descenso en la fecundidad, que llegó a ser sólo de 1.6, un índice muy bajo comparado con los 3.6 que se habían registrado en la década pasada. Este descenso en el crecimiento poblacional se vio ayudado por los primeros emigrantes de la fuerza laboral del país, que dejaban la tierra en busca de otras perspectivas. El control de la natalidad comenzó a ser una política, tibia por ahora, de estado.  La disminución del número de hijos por pareja provocó que la capacidad de pago por la educación creciera, teniendo los padres que hacerse cargo de un menor número de hijos.

En este escenario el sector agropecuario se encontraba en mal momento. La industria era el modelo del progreso, en gran parte debido a la adopción del modelo de industrialización por sustitución de importaciones (ISI). Mediante algunos razonamientos discutibles, este modelo sugiere que la industria agraria es sinónimo de atraso y pobreza, desviando el interés del estado hacia la mera industria.
Alfonzo López Michelsen inicia medidas arancelarias y laborales que terminan en un aumento del salario mínimo en un 200 e su periodo presidencial. Esta medida finalmente es la primera de muchas decisiones estatales que configuran la devaluación a gran escala que tuvo el peso en años posteriores. Esto traería alteraciones en el flujo de capitales, tanto en el mercado externo como en el interno. Los gremios tratan de adaptarse a la inestabilidad y financian investigaciones en el campo de la agroindustria para aumentar la productividad: Los cañeros crean Cenicaña, encargada de ahondar en los secretos de la caña de azúcar, propiciando saberes nuevos e indispensables, de cara a la competencia despiadada que se dejaba ver en futuro cercano. La apuesta por mejorar las condiciones de diseño empresarial a través de la investigación, no desde las academias sino desde las empresas mismas, dio ejemplo a otros sectores productivos, que en el futuro se concentrarían también crear políticas que incentivaran la innovación.

En el año de 1978, Julio César Turbay, presidente de turno, inicia una campaña de alfabetización de grandes masas llamada Simón Bolívar. La revolución educativa, que aún su inmensa amplitud aún no cubre un amplio espectro de la población rural y aún descuida sectores importantes de la urbana, permite el acceso a nuevos nichos técnicos. La capacidad para leer de un mayor número de habitantes permitió la llegada de instituciones de enseñanza que pudieran hacer uso de esta popularización de la lectura, para así hacer de la enseñanza de los oficios y las técnicas un proceso más ágil y accesible. Cartillas, manuales, memorandos, ahora podían ser entendidos por un mayor porcentaje de trabajadores de planta y estudiantes técnicos. La pedagogía de la observación-repetición, ahora era complementada por la teoría y la claridad secuencial del texto.

La ciudad de Cali presentaba un crecimiento elevado. El municipio dio un paso gigante con la celebración de los juegos panamericanos de 1971, cuando tomó forma de gran ciudad. Las responsabilidades adquiridas al momento de comprometerse a realizar los juegos fueron el motor anímico para una innovación en la infraestructura y el desarrollo de un ambiente de negocios de primer nivel. Se inaugura el Hotel Intercontinental, el primero de 5 estrellas de la ciudad, capacitado para atender visitas de suma importancia para la vida social y económica de la comunidad. Estos esfuerzos fueron coordinados desde el alto gobierno, que mostró su interés en inaugurar cuanto antes un Aeropuerto a la altura de las necesidades. El Alfonzo Bonilla Aragón entró en servicio el 24 de junio de 1971. A tiempo para hacerse cargo de la llegada de las delegaciones a los juegos. Estos hechos sumados dieron pie a la consolidación de Cali como ciudad con conciencia de sí misma. El periodo posterior a 1974, bajo el mandato de un nuevo gobierno, las agremiaciones se proponen constituir las entidades de control necesarias en cuanto evaluación de procesos y calidades. El centro de diagnóstico automotor se pone en marcha. El mercado automotriz empieza a cobrar importancia ahora que se aumentaba a niveles poco usuales el parque automotor. Mecánicos cada vez más especializados debían responder al mercado que los pedía a gritos. Las aplicaciones eléctricas a los vehículos modernos que empezaron a verse rodar por las calles de la ciudad, sumadas a las demandas de una población urbana que se contagiaba de las usanzas de otros continentes, llevaron a entender a los encargados de nuestro destino que urgía una ampliación de la capacidad educación técnica instalada.

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