Pasado y futuro de un cruce de caminos

Por Benjamin Barne… |

Por Benjamín Barney Caldas 

Arquitecto de la Universidad de los Andes con maestría en historia de la Universidad del Valle. Docente en la San Buenaventura y la Javeriana de Cali, el Taller Internacional de Cartagena y la Escuela de arquitectura y diseño, Isthmus, en Panamá. Miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali y la Fundación Salmona.


El futuro de Cali está en que el cruce de caminos, que en su pasado originó la ciudad, ya va para cinco siglos, cuando Belalcázar detuvo su conquista hacia el Norte, vuelva a serlo cabalmente. Al Fundador se le cruzaron la posibilidad de una “salida” al Pacífico, los aguerridos indios Pijao y el paraíso verde que era el valle del río Cauca (D. Garcés Giraldo: Sebastián de Belalcázar/Fundador de ciudades/1490-1551, 1986). De ahí que este cruce de caminos tuviera hasta el Siglo XX no forma de cruz sino apenas la de una “T” formada esta por la Calle de Buenaventura, actual Carrera Cuarta, y el camino a Popayán, la actual Calle Quinta (E. Vázquez: Historia del desarrollo urbano en Cali, 1980).Más adelante, el presente de dicho cruce originario, como lo fue el de tantas ciudades en el  Mundo, se consolidó con el tren y la vieja carretera a Buenaventura, hacia el Oeste, al Pacífico, dando origen al Departamento del Valle del Cauca, y después con la que se llamó la “directa” a Palmira, hacia el Este, y últimamente con la Vía Panorama hacia Buga y el Norte, al Caribe.

Ahora hay que terminar la doble calzada a Buenaventura, volver la Recta a Palmira una verdadera autopista, lo que es fácil,  hacer una segunda calzada en la Vía Panorama, lo que es costoso, y empatar la doble calzada de Jamundí a Santander, que no lo es tanto. Y por supuesto hay que resolver bien su cruce, es decir, unir la Carrera Primera con la doble calzada hasta Loboguerrero, usando las avenidas que enmarcan el Río Cali: La Avenida Colombia en sentido Oeste- Este y la Carrera Cuarta en sentido Este – Oeste. Y en sentido Sur - Norte y viceversa usar el Corredor Férreo, que pasaría a ser la columna vertebral de la ciudad, la que necesariamente tiene que crecer entre la cordillera y el Río Cauca, y lejos de su margen occidental, y no como en la Colonia, entre este y la cordillera, en la margen sur del Río Cali. El cruce propiamente dicho, ya existe al costado de la antigua Estación, pero hay que prolongar el puente de la Calle 25 hasta el otro lado del río, conectar mejor hacia el Norte el par vial que forma con la  26, y dotar el cruce de “orejas” usando las calles existentes y remodelando el sector.

Son dos direcciones casi perpendiculares entre si, las que conforman este cruce de caminos,  los que se construyeron poco a poco por donde se transitaba habitualmente para llegar a Yumbo y más al Norte a Buga; a Jamundí y más al Sur a Santander de Quilichao; a Loboguerrero y mas al Oeste a Buenaventura y, finalmente, a Palmira y más al Este al Tolima y por ahí a Bogotá. Se ve en cualquier mapa del Departamento, y lo tenía muy en claro Belalcázar, pero parece que lo desconocieran los que han manejado la ciudad en la últimas décadas, presionados por los muchos negocios que se interponen, para el beneficio de unos pocos, a la conveniencia para todos, incluyéndolos a ellos, de tener una ciudad-región bien organizada. El cruce de caminos que le dio origen a Cali debe ser el punto de partida de un plan vial y de transporte para su área metropolitana, y su zonificación, renovación y urbanización, constituyendo un verdadero Plan de Ordenamiento Territorial a largo plazo, involucrando a todos los municipios vecinos para un mejor manejo medioambiental, principiando por el agua.

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