Las flores colgantes

Por José Antonio A… |

Por José Antonio Aguilera

Amig@s de Cali, lo prometido es deuda hablaremos esta semana de las flores colgantes. Toquemos una breve historia del tema.

En Mesopotamia, uno de los núcleos en los que nace la civilización hace 5000 años, surgen la escritura, las primeras ciudades, los primeros templos, los primeros imperios y los primeros jardines. Mesopotamia (tierra entre ríos) es una zona de Oriente Próximo que se extiende desde las áreas montañosas hasta el Golfo Pérsico; ocupa una amplia llanura aluvial de sedimentos aportados por los ríos entre los que se sitúa: el Tigris y el Éufrates. Coincide aproximadamente con lo que actualmente es Irak (y parte de Siria al oeste e Irán al este).

Existen pocos datos del jardín mesopotámico pues el material utilizado en las construcciones -adobe- no pudo resistir las frecuentes crecidas de los ríos y quedó sepultado por los aluviones que aportaban las aguas. Las luchas históricas de los distintos imperios que ocupaban la región destruyeron la mayor parte de aquel legado artístico.  Los estudios arqueológicos permiten afirmar que desde el segundo milenio A. C. en los patios de los palacios mesopotámicos se construyeron jardines con estanques, con diferentes tipos de árboles y flores, y con pabellones de reposo.

Pero son los Jardines Colgantes de la ciudad de Babilonia los jardines más famosos de Mesopotamia. Según algunas fuentes documentales, estos jardines fueron construidos por el rey Nabucodonosor II, como regalo para su esposa Amitis, alrededor del año 600 a.C. Otros documentos indican, sin embargo, que se construyeron en el siglo XI a. C. por la reina Semíramis, y posteriormente fueron  ampliados por Nabucodonosor.  Los jardines colgantes de Babilonia, construidos sobre una ladera, estaban formados por terrazas escalonadas ahuecadas, impermeabilizadas y llenas de tierra, donde se plantaban los árboles y vegetales que asomaban por los muros. Apoyada en columnas y muros, cada plataforma tenía bóvedas recubiertas por una capa de asfalto que la aislaba de la terraza que se encontraba en un nivel superior, quedando una galería o sala aboveda, sombría, en cada plataforma. Un eficaz dispositivo hidráulico permitía que el agua, transportada hasta un depósito situado en la plataforma superior, discurriera y  regara todas las terrazas.

Los Jardines Colgantes de Babilonia perduraron hasta no más allá del año 126 A.C., cuando la ciudad fue destruida. Pero de ellos se conserva una abundante documentación en la literatura griega (Filón de Bizancio, Diodoro de Sicilia, Estrabón, etc.).

Para nuestra ciudad de Cali, una cesta colgante permite aprovechar al máximo el espacio y el efecto no puede ser más espectacular. La clave para un buen resultado final está en utilizar un sustrato de buena calidad, que sea rico en nutrientes y acertar en el riego. Para conseguir una buena y prologada floración las cestas requieren una provisión de nutrientes de forma continua, ya que cuando a una planta le falta alimento, a lo que más afecta es a las flores.Las plantas colgantesson muy atractivas y vistosas. Constituyen verdaderas cascadas vegetales, muchas de ellas salpicadas con hermosas flores. Conoce algunas de las especies de interior más apreciadascon las que podrás alegrar cualquier rincón. Éstas son, normalmente, de origen selvático, lo que nos da muchas e importantes pistas sobre cómo cuidarlas: luz no directa, temperaturas cálidas y humedad.

¿Quién no ha tenido en su hogar una planta del dinero o plectranthus? Es una opción muy válida, pero hay un sinfín de variedadesde plantas colgantes que no conocemos. Muchas de estas especies en su hábitat natural son trepadoras, y viven sobre la corteza de los árboles, sin embargo, cultivadas se utilizan como colgantes por sus largos tallos.

Existen colgantes de origen selvático que en entornos de clima templado se cultivan en el interior. Presentan hermosas flores de intensos colores y un follaje de un verde intenso, también muy vistoso, que acompaña perfectamente a la belleza de su floración.En otras variedades el atractivo reside en su follaje, ya sea por su forma o su color. Por lo general, se trata de ejemplares muy resistentes, que, al igual que el plectranthus, o planta del dinero, toleran muy distintas condiciones de mantenimiento.

Algunas especies de cactus resultan tremendamente atractivas para su cultivo en interior. Sus floraciones son exuberantes, abundantes y muy hermosas. Constituyen una opción perfecta para su uso como colgantes. El rhipsalidopsis gertneri, o cacto de Pascua, florece en esta época, de ahí su nombre. Las flores, de un maravilloso color rojo, pueblan entonces toda la planta. Esta especie realiza un período de descanso durante el invierno. Al llegar la primavera incrementaremos la cantidad de agua de riego que necesitará para la floración.

La pasiflora Las formas de estas flores son extremadamente complicadas, lo que les aporta una belleza extraña y muy especial. Podemos encontrarla en exterior en climas cálidos de zonas templadas, como en las costas mediterráneas, aunque por lo general necesitan un cultivo en interior.

 La passiflora o pasionaria procede del Continente Americano, donde crece en lugares con temperaturas cálidas. Existen numerosas variedades de esta especie, y todas ofrecen unas flores que son la admiración de los amantes de las plantas. Existen trepadoras aptas para su cultivo en interior para todos los gustos, además dan a nuestro hogar un toque muy selvático, pues podemos ubicarlas con el propósito de que cubran la esquina de algún mueble o nos sorprendan descendiendo desde cualquier rincón de las alturas.

Es interesante aligerar el sustrato con perlita o algún otro material para que la cesta no pese en exceso, sobre todo después del riego. No es buena idea utilizar macetas o jardineras de barro, pesan demasiado para estar suspendidas. Podríamos decir que el mantenimiento es en las plantas colgantes, precisamente su punto débil, porque este tipo de recipientes son más difíciles de regar y porque su ubicación y el tipo de plantas suelen secarse más rápidamente que las macetas comunes por lo que necesitan más agua y abono.

Así que lo mejor será examinarlas diariamente cuando el clima sea cálido y seco. Esto resulta especialmente importante si se trata de una cesta llena de plantas en pleno periodo de floración.

Se pueden localizar una enorme variedad de plantas colgantes de hoja o de floración rápida como: Petunias, Fucsias, Begonias, Gitanillas, Alegrías, Verbenas, Columneas, Escévola, Lobelia, Hiedras, etc.        

Una magnífica elección es combinar plantas de flor y de hoja; incluso aromáticas mezcladas con plantas de hojas variegadas, aportarán mucho color y contraste.   

La Petunia es una de las plantas más extraordinaria para estos soportes por su belleza y por tener una floración ciertamente desbordante. Si se le van eliminando a diario las flores marchitas garantizará una prolongada floración, desde la primavera hasta el otoño.        
Se puede conseguir efectos muy llamativos tanto si se usa un sólo tipo de plantas con flores en un sólo color o varias con una floración diversa; es preferible que posean el mismo periodo de floración, así se simplifica extraordinariamente el trabajo de mantenimiento.     

Para no tener que mover la planta de su posición y facilitar el riego se puede utilizar un regador especial para macetas altas o colgantes que se puede adquirir en los centros de jardinería.

También en estos centros encontramos todo tipo de recipientes colgantes, la variedad es muy numerosa tanto en tamaños, colores o materiales; incluso puede servir la misma maceta con el colgante de plástico que los ejemplares traen del vivero.

Buenos amig@s de  esta columna gracias por los mensajes y cada semana tendrán un tema de jardín, para que aprendamos cada día a valorar la naturaleza, hasta la próxima.

 

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