La anti diplomacia de Angelino

Por Guillermo E. U… |

Por Guillermo E. Ulloa Tenorio

Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.


Desde que se introdujo la figura de Vicepresidente en la Constitución del 91, poco ha servido para que sus funciones tengan relación estrecha como coequipero de la Presidencia. Sin funciones definidas, a excepción de remplazar al Presidente en sus faltas temporales o absolutas, el cargo es aprovechado como alter ego de la Presidencia para expresar algunas posiciones disímiles que no podría expresar el primer mandatario. Este embeleco constitucional es aprovechado como fórmula electoral, ofreciendo alternativas de pensamiento e ideología alcanzando mayor cubrimiento del potencial de sufragantes. Han ejercido el cargo notables ciudadanos como Fabio Villegas, Humberto de la Calle, Carlos Lemos Simmonds, Gustavo Bell, Francisco Santos y el actual Angelino Garzón.

Sin embargo, Angelino Garzón, ha sido desde un principio, díscolo en sus declaraciones. En varias ocasiones se ha enfrentado, como rueda suelta, con su característico lenguaje de arraigo popular, a la postura oficial del gobierno central. Desde un principio, y abiertamente, ha criticado sus colegas ministros, gremios y sector financiero. Quizás una de las más polémicas declaraciones fue cuando instó a los funcionarios de Planeación Nacional a “tratar de mercar con $790,000 mensuales” con el fin de determinar la medición de pobreza del país. En otra ocasión le contestó al Presidente, “Si el presidente me quita las funciones, tendré que irme a la casa, pero sin perder el derecho a opinar”.

Indudablemente, ha aprovechado su gran capacidad como comunicador, para gozar de una exposición mediática nacional que lo llevan a envidiable posicionamiento de favorabilidad. Las encuestas así lo confirman. Su nombre siempre aparece entre las tres personas con mayor favorabilidad; Álvaro Uribe Vélez, General Oscar Naranjo y su persona.

Sin embargo, en reciente entrevista concedida a María Jimena Duzán, publicada en la revista Semana, cuando se le preguntó sobre las razones de no haber aceptado la embajada en Brasil manifestó textualmente “renunciamos a la embajada porque el perro que está en esta foto  está muy peludo y el clima caliente de Brasilia le podía hacer daño”.

Son declaraciones inaceptables y anti diplomáticas desde todo punto de vista. Las relaciones diplomáticas se basan en sentido común y comprensión a las relaciones entre países. Deben fundamentarse en manifestaciones expresadas con inteligencia y tacto. Aunque al Sr. Garzón se le han condonado muchas de sus atrevidas expresiones, en esta ocasión se trata del nombramiento como embajador ante un país y pueblo amigo, excelente socio comercial y vecino que merece respeto y admiración.

La canciller María Ángela Holguín descalificó las declaraciones y públicamente pidió excusas al gobierno brasileño por la vergüenza causada por tan absurdas y desentonadas declaraciones. En hora buena se corrigió el error del nombramiento del anti diplomático Garzón con la designación de Patricia Cárdenas, actual embajadora en Japón.

Sí el clima de Brasilia le puede hacer daño a su perro Orión, igual sucedería con el cálido y similar clima de la capital vallecaucana. Por ello es claro que sus aspiraciones para la próxima contienda electoral para alcalde de Cali serían perjudiciales para su mascota y preferiría quedarse disfrutando del mejor clima de la capital. Es lógico suponer que aspiraría a la codiciada presea de la alcaldía mayor de Bogotá, ocupada por la izquierda colombiana durante los últimos doce años.

Desde la alcaldía Bogotana, el segundo cargo más importante del país, el Sr. Garzón tiene la oportunidad de poder seguir expresando sus puntos de vista con el cubrimiento mediático nacional que lo ha caracterizado, escenario que no tendría desde Cali.

Bien haría el Sr. Garzón en dejar que Cali elija un alcalde, con perfil administrativo, para dar continuidad a los exitosos programas de recuperación de errores de pasadas administraciones y restructuración de programas de seguridad, movilidad, empleo y educación. 

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