Tarjetas de crédito tu dolor de cabeza

Por Ana Lucia Aran… |
Por Ana Lucia Arango Marín
Economista
 
Las tarjetas de crédito cada vez más usadas por los colombianos de todos los estratos, hacen que se pueda cumplir con muchos sueños, no importando el tiempo que se demore en pagar y los intereses que se generen.

El llamado dinero plástico ha tenido duras críticas, pero a pesar de ello, cada vez se incrementa su manejo,motivado especialmente por los grandes supermercados, centros comerciales y establecimientos, que han visto en la financiación otra forma de vender más y crecer.

Hoy, las tarjetas expedidas por las principales cadenas de forma directa o por medio de alianzas, ya ocupan un gran porcentaje y han crecido mucho más que varios bancos de tradición en el país. Reflejando con peso el fenómeno del llamado “retail financiero” (todo aquel medio que genera ingresos adicionales a una empresa de Retail, por sobre el margen comercial que involucra el producto o servicio a comercializar), como se le dice en países más avanzados en el tema, como Chile a los negocios financieros asociados con el gran comercio y a las grandes cadenas.

En Colombia tenemos tarjetas de crédito: Tuya - la tarjeta del Éxito; Colpatria que tiene su tarjeta, además de productos de marca compartida como Cencosud, Claro y Pepe Ganga;  Serfinansa - con Olímpica, etc.

El mercado se volvió tan atractivo que con la tarjeta Crediuno la firma Credivalores, se ha puesto a conseguir clientes de bajos recursos de ciudades distintas a donde opera Codensa y complementa la oferta de financiación de grandes cadenas de comercio.

La forma de pago en los almacenes por medio de Tarjeta de crédito propia, se ha vuelto una competencia. Las cadenas de comercio se defienden de sus críticos, argumentando que cobran los mismos intereses del resto del mercado y que les han abierto la posibilidad a más colombianos de acceder a bienes con crédito formal, relegando prácticas irregulares como los préstamos gota a gota.

Los almacenes han facilitado esta forma de pago a las personas de menos recursos, pues en el sector financiero les niegan esta posibilidad. Logrando que las tarjetas expedidas por las principales cadenas, de forma directa o por medio de alianzas, ya ocupan un gran porcentaje y lleguen a superar el uso de las tarjetas de crédito bancarias.

En algunos casos los créditos vencidos de las tarjetas del comercio son más altos que el promedio del sector y de las tarjetas de la banca tradicional, todas las firmas coinciden en que el riesgo se conoce y cada entidad mide esa variable con criterios distintos.

Para el buen manejo de la tarjeta de crédito, debemos tener en cuenta:

* No diferir a largo plazo la cuenta, porque esto conlleva a pagar más intereses.

* La persona que tiene pocos ingresos debe pensar bien el número de cuotas, para que esto no arriesgue el pago de otras obligaciones familiares.

* Si tiene un ingreso adicional, prepague deudas y libere cupo.

* Solo tenga una tarjeta de crédito, porque podría arriesgar su historial crediticio, sino tiene la capacidad de pago.

* Por más prácticos que sean, los avances no son recomendables para una sana economía personal. Sí no tiene opción, hágalo pero páguelo rápido.

* Refinanciar para bajar la cuota mensual puede ser un alivio, pero cuidado los intereses aumentarán.

Uno de los beneficios del dinero plástico, es el evitar la inseguridad por los fleteos

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