Fuerzas Armadas son orgullo patrio

Por Guillermo E. U… |

Por Guillermo E. Ulloa Tenorio

Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.


 

El clásico triduo de los poemas épicos de Homero, Iliada, Odisea y Eneida exaltaron el orgullo hacia los ejércitos griegos. La leyenda de la Batalla de Termópilas relata como un puñado de 300 combatientes espartanos liderados por el rey Leónidas I de Esparta defendieron la incursión del ejército Persa, de más de 200,000 hombres, que pretendía conquistar Grecia.

Los legionarios romanos formaron un cuerpo disciplinado y bien entrenado. Efectuaban operaciones militares en forma precisa y exacta en la conquista del Imperio. Estos combatientes fueron precursores en obras de ingeniería militar en protección a sus poblaciones mediante construcción de campamentos, murallas y fortalezas. Las vías y acueductos romanos, aun hoy visibles, son testigos excepcionales de la grandeza del ejercito romano.

Las cruzadas cristianas, impulsadas por el papado católico fueron ejércitos formados para restablecer el control cristiano sobre Tierra Santa, legado que el cristianismo celebra.

Los Estados Unidos de América es quizás el mejor ejemplo contemporáneo de enaltecer su ferviente patriotismo exaltando sus fuerzas armadas, quienes han defendido el principio de libertad, no solamente del pueblo norteamericano sino de poblaciones reprimidas en el contexto global. Las fiestas patrias son celebradas orgullosamente con homenajes y consideraciones, incentivando el orgullo de haber prestado a la patria su concurso y concurrencia.

La historia del hombre ha señalado el orgullo y respeto de los pueblos hacia sus ejércitos. Con coraje, bravura y valentía han defendido principios, territorialidad y convicciones, conquistando y protegiendo la soberanía.

El país ostenta, hoy, uno de los mejores entrenados cuerpos militares de países semejantes. Han librado, por más de cincuenta años, la más perversa guerra civil. Hemos sacrificado cientos de miles de nuestros mejores hombres, caídos en combate, o como objetivos militares de la insurgencia en centros poblados. Han sufrido secuestro, humillación violación de sus derechos y degradación en las más infames y atroces circunstancias.

Han defendido, la población desamparada en las más remotas poblaciones. Han combatido la usurpación del derecho a la vida, a manos de unos pocos facinerosos, alzados en armas, amparados en falsas ideologías de luchar por la desigualdad y justicia social.

No, señor Presidente, por afán electoral, no puede usted ultrajar los sentimientos de toda una población que percibe en sus fuerzas armadas, como sus semejantes de la historia, los verdaderos héroes de la patria. Ellos nos enorgullecen, enaltecen y honramos de tener.

Como colombiano, rechazo que el Presidente, en ejercicio del más alto cargo y como comandante en jefe de las fuerzas armadas, utilice la más baja forma de hacer política proselitista hacia nuestras fuerzas armadas.

Nuestras Fuerzas Armadas merecen respeto y por ellos orgullosamente sentimos el más alto aprecio, cariño y afecto.

La patria, señor Presidente, se construye con orgullo patrio.

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@geulloa                            

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